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Un ex director de banca aprovecha su experiencia para estafar 3,3 millones

F. Javier Barroso

Varias sociedades interpuestas y fechas claves para enviar 71 recibos fue el método que utilizó un vecino de la urbanización de La Moraleja (Alcobendas), Antonio José Boluda Sánchez, para supuestamente defraudar 3,3 millones a entidades bancarias. El arrestado había sido director de un banco, lo que le permitió conocer el funcionamiento y los plazos de diversas operaciones para no ser descubierto. La policía investiga las empresas que tenía en el extranjero.

El supuesto autor de la estafa comenzó con su plan en abril del año pasado, cuando formó una sociedad denominada Alania, cuya sede estaba en un centro de negocios del paseo de la Castellana. Comenzó a hacer negocios con un banco, lo que le permitió conseguir la confianza de los responsables de la entidad. La empresa, en la que figuraba su esposa como administradora única, se dedicaba a la importación y exportación. Boluda contactó con los responsables del banco y les pidió las claves para actuar desde Internet, dado el volumen de negocio que tenía y la cantidad de recibos que tenía que girar a sus clientes.

La Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal, perteneciente a la Comisaría General de Policía Judicial, descubrió después que esos recibos eran girados a la decena de sociedades que el sospechoso tenía a su nombre.

El detenido usó durante los meses siguientes un sistema denominado el adeudo por domiciliación a través de soportes magnéticos. Esto supone que el cliente envía mediante un disquete recibos a diferentes bancos. La mayoría de ellos iban dirigidos a la sociedad Megacorp, con sede en Denia (Alicante), cuyo responsable era el propio Boluda. Ahora consta como administrador único un ciudadano colombiano.

Durante los primeros meses, el envío de los recibos y el pago funcionó con total normalidad. Fuentes policiales señalaron que el detenido movió durante los últimos meses de 2005 unos 12 millones.

Soporte magnético

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El gran golpe lo produjo entre diciembre y enero. Lo hizo aprovechando los numerosos días festivos de Navidad y que los bancos tardan nueve días en pasar al cobro los recibos, mientras que la entidad donde se deposita el soporte magnético ingresa el capital en la cuenta del emisor. Es decir, a través de una figura denominada contrato de descuento, el cliente recibe el dinero en el momento de presentar los recibos, mientras que los bancos tardan hasta nueve días en hacer efectivo el cobro.

Esta demora fue la utilizada por el detenido para hacerse con los 3,3 millones. En cuanto logró el dinero, lo transfirió mediante pagos a otras personas y sociedades relacionadas con él. Todas las empresas eran sociedades pantalla o instrumentales, que carecen de actividad real, según la policía.

La alerta surgió cuando la sociedad de Alicante no hizo frente a los 3,3 millones. "Llevaba un tren de vida muy alto. Tenía chófer y secretaria, y pagaba unos 6.000 euros por el alquiler del chalé de La Moraleja", según la policía.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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