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Manguel clausura el Año del Libro con un elogio al goce de leer

El evento literario abarcó 1.900 actividades y atrajo a más de 2,5 millones de personas

Con la conferencia titulada Elogio a la lectura, a cargo del ensayista y crítico literario Alberto Manguel -quien loó con entusiasmo el goce de leer-, quedó clausurado ayer el Año del Libro. La despedida se celebró en el Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona, impulsor de la iniciativa. El acontecimiento ha incluido 1.900 actividades y ha congregado a más de 2,5 millones de personas, según los organizadores.

El ensayista Alberto Manguel es uno de los grandes expertos en Historia de la lectura. Ayer, durante la ceremonia de clausura del Año del Libro, demostró de nuevo que su dedicación es vocacional. Arrancó su conferencia con una cita de Tirant lo Blanc, de Joanot Martorell, novela de caballerías salvada de la hoguera cervantina por el deleite que provocaba entre sus lectores.

A partir de ahí, su parlamento se convirtió en una entusiasta glosa de ese goce particular que sólo puede producir el hábito de leer. "En el momento de la verdad, frente a la hoguera o la salvación, lo único que importa al lector es el placer", apuntó el conferenciante, quien recordó el caprichoso destino de los libros, sujetos siempre a los gustos de cada época. Señaló, por ejemplo, que nuestros abuelos disfrutaban con las obras de Anatole France, hoy prácticamente olvidadas. Por el contrario, Kafka nunca pudo vender sus libros, mientras que en la actualidad los bibliófilos pagan hasta 6.000 euros por una primera edición de La metamorfosis. A juicio de Manguel, el hedonismo supone al final el único criterio de elección, ya que las razones estéticas son meras entelequias. A juicio de Manguel, la lectura -que definió como un placer marcadamente solitario e individualista- nos reconcilia con nuestra esencia, nos permite reconocer el mundo y viajar a universos imaginarios, nos inserta en una amplia memoria colectiva y, por último, nos hace ser conscientes de nosotros mismos porque, en definitiva, somos "seres de palabras".

La clausura fue también el momento de hacer balance. La programación del Año del Libro ha sido amplia, variopinta y de desigual interés. Abarcaba desde talleres, rutas literarias y encuentros con escritores a presentaciones comunes de libros voceadas con el marchamo del acontecimiento. En total: 1.900 actividades que atrajeron a más de 2,5 millones de personas, según datos ofrecidos por el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Ferran Mascarell. La propuesta con mayor éxito de público fue la exposición ¡Personaje a la vista! Este acto gratuit, consagrado a la literatura infantil, convocó en el Palau Robert a 264.791 visitantes durante los ocho meses que permaneció en cartel.

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