"En la escuela se proyectan los mismos problemas que hay en la sociedad"
En la escuela se proyectan los mismos problemas que hay en la sociedad; hay una crisis de valores en la sociedad y eso se traslada a los centros educativos". José Adolfo García Roldán, presidente de la Asociación de Inspectores de Educación en Andalucía (Adide) y vicepresidente de la federación estatal, tiene muy claro que el problema de la convivencia en los centros escolares obedece a muchos factores y requiere de la implicación de diversas instituciones y miembros de la comunidad escolar, principalmente el ámbito familiar del alumno.
"La escuela no es algo aislado; si existen tensiones en una comunidad se proyectan en el ámbito educativo, y ahora mismo tenemos un déficit de valores muy importante en nuestra sociedad", sostiene. Los inspectores educativos, que han celebrado el último fin de semana su congreso regional en Baeza (Jaén), juegan un papel determinante a la hora de la resolución de los conflictos escolares y en la mediación que garantice los derechos y deberes de todos los miembros de la comunidad educativa. Identificar los fenómenos que alteran la convivencia -acoso entre iguales, indisciplina u objeción escolar, entre otros- y desarrollar estrategias que resolver estas situaciones son el objetivo de la Inspección Educativa.
García Roldán considera "fundamental la implicación familiar a la hora de aplicar la educación en valores". "Si un alumno observa que sus padres no valoran a un profesor, difícilmente él va a valorar y a respetar al maestro", asegura, tras admitir que la falta de disciplina y de valores democráticos son problemas cada vez más importantes en las aulas.
García Roldán indica que el perfil de los agresores en las aulas suelen ser chicos que empiezan con insultos y acaban con maltrato físico o verbal. Ahora bien, agrega que es preciso desdramatizar sobre este tema porque la conflictividad en las aulas de Andalucía no presenta índices elevados.
De hecho, en el congreso participó el presidente del Consejo Escolar de Andalucía, Emilio Iguaz, para presentar el informe sobre la convivencia que el organismo presentó en el Parlamento autonómico. Con datos de 1.800 centros escolares, Emilio Iguaz reveló la baja conflictividad de Andalucía en relación con la media nacional e internacional. Los incidentes graves afectan a 16.000 alumnos y las agresiones físicas se producen, sobre todo, en el último curso de Primaria, mientras que en la ESO predomina la violencia verbal. Por todo ello, el presidente de la Asociación de Inspectores subraya que la conflictividad afecta a poco más del 1% de los alumnos andaluces (en torno a un millón y medio).
Adolfo García reconoce también la aparición de casos de matones en los centros, aunque precisa que sólo pueden considerarse como tal los que agreden, física o verbalmente, "de forma reiterada". En esos casos, el perfil suele coincidir con el de alumnos que no están bien adaptados y tienen problemas en su ámbito familiar. Y lamenta que muchos alumnos actúen como "espectadores pasivos ante este tipo de agresiones, algo que envalentona al agresor".
¿Y cuáles son las soluciones? José Adolfo García Roldán, que representa a unos 175 inspectores de un total de los 250 que hay en Andalucía, cree que es preciso aplicar programas educativos interdisciplinares y con la implicación de diversas Administraciones e instituciones. "También hacen falta programas preventivos mediante estrategias pacíficas", asegura. En su opinión, "desde un punto de vista educativo, la corrección de las conductas inadecuadas tiene que tener un componente educativo". De ahí que "aplauda" la sentencia de un Juzgado de Menores de Sevilla que condenó a 620 horas de trabajo en centros de disminuidos psíquicos a nueve estudiantes del instituto Martínez Montañéz por vejar a una compañera con síndrome de Down.
En definitiva, los inspectores abogan por iniciativas educativas que promuevan la prevención en la corrección de conductas, y que favorezcan el desarrollo y los comportamientos "asentados en valores de ciudadanía democrática como la empatía, el respeto, la tolerancia, la solidaridad y el diálogo".
En esa línea, de cara al desarrollo normativo de la LOE, los inspectores reclaman una mayor presencia en los centros de mediadores o educadores sociales, pues consideran que la experiencia de otras comunidades, en especial Cataluña, está dando buenos resultados. En Andalucía, el plan de convivencia y el programa Escuelas de Paz contempla únicamente la formación de los profesores en esa materia.
El congreso de la asociación Adide contó con las ponencias del magistrado del Juzgado de Menores de Granada, Emilio Calatayud; del catedrático de Sociología de la Universidad de Salamanca Mariano Fernández Enguita o de la doctora en Pedagogía María del Carmen Boqué. Ésta última, destacó que si falla la mediación es necesario acudir al arbitraje de los inspectores por su condición de autoridad pública.
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