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Reportaje:PERSONAJE

Jordan sobre hielo

Shani Davis, un joven solitario de Chicago, logra, en el patinaje de velocidad, el primer oro masculino de un afroamericano en unos Juegos de Invierno

Shani Davis, un estadounidense de 23 años, 1,87 metros y 83 kilos, se convirtió la noche del sábado en el Oval Lingotto de Turín en el primer negro que gana un título olímpico en patinaje de velocidad. Su compatriota Vonetta Flowers fue la pionera de su raza en subir a lo más alto de un podio invernal como piloto del debutante bobsleigh a dos femenino en Salt Lake City 2002. Ahora puede repetir triunfo para dedicárselo a uno de sus hijos gemelos, enfermo en Alabama. Davis, un chico que salió del South Side de Chicago, ya ha logrado la mitad del oro que ganó su ídolo, Michael Jordan, en Los Ángeles 84 y Barcelona 92.

Su victoria no fue una sorpresa. Era el gran favorito como el hombre más rápido del kilómetro desde que batió el récord mundial en noviembre de 2005 en Salt Lake City con 1m 7,03s, es decir, a 53,7 kilómetros por hora en las dos vueltas y media al anillo de 400 metros. También había ganado títulos mundiales en esa distancia y en los 1.500, las dos de su preferencia. Comparando en términos atléticos, no es un velocista, sino un mediofondista, pues le quedan pequeños los 500, la distancia más corta, y baja su rendimiento en las más largas de 5.000 y 10.000. Davis empezó lento y sus tiempos intermedios hasta los 500 metros fueron peores. Pero en los segundos voló y su 1m 8,89s es un récord mundial oficioso a nivel del mar.

Cuando se le preguntó sobre su sensación al ser el primer negro campeón, comentó: "No lo sé. Yo simplemente estoy tranquilo por haber conseguido la medalla de oro a pesar de mi color. Otros afroamericanos escogen el baloncesto u otros deportes y yo he seguido un camino diferente. Pero también a pesar de mi color me levanto por las mañanas y trabajo muy duro como muchos otros. Ha sido un paso más en mi vida y estoy feliz. Todo ha ido como debía. He tenido suerte. Desde los seis años siempre quise estar entre los que tenían medallas olímpicas y ganar es una recompensa a todo mi trabajo".

Davis es un personaje muy particular, al que se le critica que no forme parte de los equipos de relevos, cosa que sí ha hecho en el patinaje de velocidad en pista corta, que también practica. "Es que soy muy individualista y es un deporte individual", dice. De hecho, cuando se planteó un problema con un patrocinador no se lo pensó dos veces y se fue a entrenarse a Calgary (Canadá), la sede los Juegos de 1988. No se lleva demasiado bien con las figuras blancas y acomodadas del equipo, Chan Hedrick y Joel Cheek. Éste, que fue plata, es un tipo solidario que dona sus premios a la fundación humanitaria del legendario y laureado noruego Johan Olav Koss.

Davis, al revés que ellos, salió de la calle, de hacer rollersaketing desde los dos años y a los seis entró en el club Evanston de patinaje. Su padre, Reginald, y sobre todo su madre, Cherie, se empeñaron en ello, aunque era muy raro para un negro. "No creíamos que iba a ser tan bueno, pero pronto lo fue". Y Shani, que tuvo y tiene a Michael Jordan como ídolo, aceptó también con gusto el reto: "Me gustaron siempre los patines y la velocidad, aunque también practico taekwondo", afirma. "En 2002 fui ya el primer negro en el equipo de Estados Unidos y ahora soy campeón olímpico".

El patinador estadounidense Shani Davis se desliza hacia el triunfo en los 1.000 metros.
El patinador estadounidense Shani Davis se desliza hacia el triunfo en los 1.000 metros.ASSOCIATED PRESS

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