El circo en el teatro

Lo nuevo tiene prestigio en las artes escénicas: autores de épocas muy diferentes han usado este adjetivo para singularizar sus obras. En el Arte nuevo de hacer comedias, Lope de Vega formula los fundamentos de su poética teatral, que acabará imponiéndose: invención, naturalidad, mezcla de géneros, ruptura de las unidades de tiempo y de lugar... Tirso de Molina y sus coetáneos acuñan el concepto comedia nueva para hablar de las de Lope, y de las suyas. Un siglo más tarde, José de Cañizares publica su Flor de comedias nuevas, y el vocablo vuelve a hacer fortuna: ahora, para diferenciar las comedias de magia de las auriseculares. Cien años después, Leandro Fernández de Moratín emprende una reforma teatral a la medida de las minorías ilustradas: sustituye la envejecida comedia nueva por una nueva comedia en prosa. Hace ahora un par de décadas se empezó a llamar nuevo circo a un movimiento que busca revalorizar este arte, adulterado con ingredientes televisivos en los años setenta del siglo XX. Por las mismas fechas se empezó a hablar de nueva danza para distinguir el trabajo de un grupo cada vez más heterogéneo de coreógrafos que anteponen el concepto al movimiento. La danza que proponen va por dentro.

En realidad, entre el nuevo

circo y el viejo no hay raya de separación clara. Aquél se distingue de éste por su puesta en escena, más elaborada, más teatral, y por la polivalencia de sus intérpretes, que participan en números muy diferentes: pero esto ya sucedía en los viejos circos familiares. Nomade y Rain, últimos espectáculos del Cirque Éloize, de Canadá, son dos buenos ejemplos de renovación de este arte: se representan en una caja escénica a la italiana, no en carpa. Daniele Finzi Pasca, que los ha dirigido, fundó en 1983 el Teatro Sunil de Lugano (Suiza), con el que continúa trabajando. "La caja negra del teatro le da al circo un nivel imaginativo distinto: lo hace más onírico", explica Finzi Pasca desde Turín, donde está ultimando los detalles de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno, de la que es autor y director. Nomade, que se estrena el 22 de febrero en el Teatro Gran Vía, de Madrid, es un encargo que Jeannot Painchaud y Julie Hamelin, directores de Éloize, hicieron a Finzi Pasca: "Vengo del teatro de creación. Estoy acostumbrado a sentarme ante una hoja en blanco y a preguntarle al cliente cómo quiere el espectáculo. Pero reinterpreto las peticiones con libertad. Julie y Jeannot deseaban hacer un espectáculo sobre la vida nómada de los gitanos. Mi punto de partida fue una frase que escuché a un niño: 'De noche el cielo es más grande'. Esta idea alegórica cruza Nomade transversalmente".

"En términos musicales, Nomade sería una rapsodia: una serie de danzas entrelazadas", dice su director. Cada uno de los números está cosido cuidadosamente al siguiente: sus 18 intérpretes se multiplican, desaparecen y reaparecen con diferente personalidad. Entre los números más celebrados figura un diálogo visual entre un aro aéreo y la Roue Cyr, aparato con el que Daniel Cyr, su inventor, cosechó en 2003 la medalla de plata del Festival de Cirque de Demain, en París. "La Roue (rueda) Cyr es el escalón evolutivo siguiente a la rueda alemana: el artista se mete dentro de un simple aro metálico, y gira con él. Visualmente es igual al Hombre de Vitruvio, el célebre dibujo de Leonardo sobre la sección áurea y la proporción humana". Otro momento climático de Nomade tiene como protagonista a la trapecista Suzanne Soler. "La perspectiva del escenario está cortada por telones de modo que el balanceo de su trapecio la hace aparecer y desaparecer". En Nomade también hay clowns, mástiles chinos, equilibrio sobre manos, acrobacia sobre columpio, malabarismo en grupo, monociclo, cuerda floja...

Finzi Pasca adquirió fama

con un espectáculo de clown que representaba en hospitales, para un solo espectador cada vez. "Lo mantengo en repertorio. Ahora lo hago en teatros grandes, pero siempre invito a subir a escena a alguien del público: para contar la historia con sentido de verdad necesito un interlocutor". Siete artistas de las islas de la Magdalena crearon en 1993 el Cirque Éloize, que en el francés de Quebec significa "relámpago".

Nomade. Madrid. Teatro Gran Vía. Del 22 de febrero al 19 de marzo.