Los vecinos responsabilizan a Gas Natural de la explosión de Santa Coloma

Aunque lo sospechaban, habían mantenido un prudente silencio. Ahora lo han roto. Los afectados por la explosión de gas que se produjo hace un mes en el barrio de Fondo, en Santa Coloma de Gramenet, y que produjo dos muertos y el derribo de tres edificios, responsabilizaron ayer de lo ocurrido a la compañía Gas Natural. Los vecinos basan su acusación en dos informes, uno de los Mossos d'Esquadra y otro de la Policía Local. Los atestados, muy similares entre sí, exponen lo ocurrido en la mañana del 12 de enero.

El presidente de la plataforma de afectados, Àngel Moratilla, explica que los dos documentos indican que los operarios de Gas Natural que acudieron para reparar la fuga de gas decidieron no cortar el suministro de gas. Los técnicos argumentaron, siempre de acuerdo con lo explicado por Moratilla, que si se cerrraba el gas "entraría agua en el interior de la cañería del gas". Ambos informes indican también que la entrada de agua originaría "algún tipo de problema". El informe elaborado por la Policía Local añade que los técnicos no "especificaron" qué clase de perjuicio generaría.

El atestado de los Mossos añade además que, para intentar solucionar la fuga de gas, los operarios de la empresa gasística "procederían a levantar la tierra alrededor del lugar donde se encontraba la fuga, para observar la cañería de suministro". Este mismo texto, añade Moratilla, señala además que tanto los técnicos como los bomberos consideraron que "no era necesario" el desalojo de los vecinos. Alegaron que el gas "emanaba de la calle". El informe coincide, pues, con las explicaciones dadas por el cuerpo de bomberos poco después de que se produjera la explosión.

Moratilla consideró ayer que, al no cortar el suministro, Gas Natural "incumplió los protocolos de seguridad". De ahí que considere a la empresa responsable del accidente. "Al menos una parte importante de la responsabilidad sí que la tiene".

De acuerdo con el reglamento de instalaciones de gas, de 1993, una fuga de este fluido -como lo que ocurrió en Fondo- se considera un "defecto mayor". Ante estos problemas, el reglamento "aconseja subsanarlos en el mismo momento de su detección". Pero si la reparación no es posible, señala que entonces se debe "cortar de inmediato el suministro a la instalación receptora, parcial o totalmente, o a la conexión al aparato de gas".

Los casi 50 vecinos afectados por la explosión se personaron ayer en la causa abierta como acusación particular, informa Cristina Perales.