Melanie Griffith, embajadora de Andalucía en Nueva York

Andalucía tiene una nueva y popular embajadora: la actriz Melanie Griffith. La esposa del malagueño Antonio Banderas fue la encargada el martes de presentar en Nueva York, dentro de la Sexta edición del Festival Flamenco de la ciudad, el espectáculo Viaje al Sur, del Ballet Flamenco de Andalucía.

Dirigido por Cristina Hoyos, se trataba de un montaje que también se verá el próximo viernes y sábado y del que por una noche se apropió la Junta de Andalucía, que está inmersa en una campaña de promoción turística en Estados Unidos titulada An andalusian affair (Un asunto andaluz).

La campaña ha inundado las marquesinas publicitarias de la ciudad y culminó el martes con el lleno total del teatro City Center (2300 personas de aforo), al que acudieron invistados por la Junta la comunidad española y los principales responsables de la industria del turismo en Nueva York.

Se les trató de agasajar no sólo con un espectáculo alabado por The New York Times sino con la presencia de una actriz que considera Andalucía su "segunda tierra". Griffith se atrevió a decirlo en español y después, lo volvió a decir en inglés subrayando que "Andalucía es uno de los lugares más bonitos del mundo, tienen que ir a conocerlo". Vestida con un escotado y elegante vestido negro, Griffith hasta se atrevió a bromear y le dijo al público: "Si pasan por Málaga, les invito a comer a mi casa, ¡de verdad!". Ésa es la ciudad que mejor conoce, por su marido, que actualmente se encuentra en España dirigiendo su segunda película, El camino de los ingleses. En Málaga también nació la hija de ambos, Stella del Carmen, como también recordó Griffith durante la presentación de una gala que pudo celebrarse casi de milagro.

Al parecer, el vestuario del Ballet de Andalucía se perdió el pasado sábado en el caos de la recién inaugurada T4 de Madrid. Tampoco ayudó el temporal de nieve que azotaba aquel día la costa este norteamericana. La compañía se vio obligada a suspender sus actuaciones en Washington y según explicó Cristina Hoyos, pudieron actuar porque se lanzaron a "las calles a comprar algo de ropa, improvisando".