Un misterio de Al-Ándalus
Javier Castro recrea secretos de una época poco conocida de Cádiz en su primera novela
Javier Castro (Cádiz, 1975) fue valiente para enfrentarse a su primera novela. Tenía en su mente el trabajo realizado por el historiador gaditano Juan Antonio Fierro Cubiella en los años ochenta sobre un templo derruido en el siglo XII. Decidió utilizar esa torre como protagonista de un libro de ficción pero cargado de realidad histórica. No lo tuvo fácil. "Apenas hay documentación sobre la época almorávide en Cádiz", reconoce. La investigación fue más ardua pero asegura haber logrado su propósito: el de revisar un tiempo desconocido aderezado con amor, aventuras y conspiraciones. Son los ingredientes que componen Al-Sanam. La caída del ídolo (Alhulia).
Todo ocurre en un año convulso. 1145 después de Cristo. Según explica la Historia, fue el año en el que cayó el imperio almorávide. Trabajos arqueológicos apuntan a que un almirante de este imperio mandó incendiar una torre para hacerse con el oro del que se creía que estaba realizado un ídolo en su interior. Así obtendría el dinero para financiar su defensa de los almohades que ese año cruzaron el Estrecho para controlar el poder de Al-Ándalus. El papel que desempeñó Cádiz en estos episodios ha sido poco estudiado y relatado, en opinión de Javier Castro. Su novela trata de recrear la época y aquellos sucesos, con dosis de ficción. "La torre fue derribada realmente. He situado personajes reales e inventados alrededor de ella".
Historiadores
El autor bebió de historiadores como Fierro o Juan Abellán, quien acaba de editar El Cádiz islámico a través de sus textos, una recopilación de documentos árabes sobre la provincia gaditana. "El Cádiz andalusí no alcanzó tanta importancia como otras ciudades como Sevilla, Córdoba o Granada". Algo de lo que responsabiliza al régimen político almorávide, poco proclive, a su juicio, a dejar testimonio de sus modos de vida. Su esfuerzo investigador le ha permitido relatar y describir las desventuras de sus personajes. "Uno de los aspectos más difíciles ha sido el de la navegación. Datos fiables sobre esta materia no hay hasta el siglo XV, así que me he visto obligado a realizar indagaciones periodísticas". Así ha conseguido un detalle exhaustivo de las tipologías de barcos utilizados, sus trayectos y sus tiempos.
La primera novela de Javier Castro ha sido respaldada por uno de los grandes de la novela histórica española, Jesús Maeso de la Torre, quien se encargó de la presentación. Como él, el joven escritor también utiliza los personajes reales como fondo de la historia, secundarios de lujo que acompañan a los protagonistas extraídos de su imaginación.
La novela retrata una época turbulenta de preguerra hasta el estallido final. Castro cree que se pueden aprender algunas lecciones. "El pueblo dio muestras de unidad para conseguir la paz. También es una historia de amistad. Y sobre el empeño en alcanzar un objetivo". Ese objetivo está dentro de una torre misteriosa, que la Historia apenas ha abordado. Ni siquiera los grandes documentalistas árabes han podido precisar el lugar exacto donde la torre al-Sanam se ubicaría. El autor da alguna pista. "Algunos opinan que estuvo en la zona conocida como Torregorda, otros la sitúan más cerca de Cádiz, en la playa de Cortadura". El edificio fue derribado. En la realidad y en la novela con la que Javier Castro ha cumplido su sueño literario.
El epílogo del libro llama la atención por su atrevimiento histórico. El escritor apunta a que el oro recogido en aquella torre derruida pudo ser utilizado para levantar otra de gran significado, la Giralda, la construcción más ambiciosa de todo Al-Ándalus. Castro reconoce que su teoría es una ficción pero lo cierto es que reta a los historiadores a desmontarla con datos y documentos. "Creo que es difícil argumentar que no fue verdad". En su novela, permanece la idea de que la caída de una torre levantó otra.
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