Pedro Guerra se retira por un tiempo tras editar 'Contaminados'

Doce temporadas después de que Contamíname le acreditara como uno de los mejores cantautores de su generación, el tinerfeño Pedro Guerra, de 39 años, ha decidido retirarse "por un tiempo" de la actividad musical para "huir de una dinámica rutinaria" y componer "mejores canciones en el futuro, o al menos intentarlo". Para hacer más llevadera la espera, Guerra entrega ahora un disco colectivo, Contaminados, grabado en directo junto a Luis Pastor, Javier Ruibal, Martirio, Julieta Venegas y los brasileños Lenine y Chico César.

Contaminados es fruto de un par de conciertos registrados en la madrileña sala Galileo Galilei en los años 2000 y 2002. Guerra ha querido recuperar unas grabaciones "imperfectas en la ejecución, pero con una emoción y espontaneidad que merecían la pena". Son interpretaciones desnudas, casi siempre construidas en torno a una guitarra y un par de voces. "Una buena canción es aquella que se puede defender con voz y guitarra. Transmite mejor, se la despoja de todo y no deja lugar a la distracción", argumenta el autor de Daniela o Debajo del puente.

Junto a clásicos propios (Niños, Miedo) y ajenos (Aguas abril, El náufrago del Sáhara), la principal novedad de Contaminados radica en el tándem que integran Guerra y Martirio para recrear dos canciones argentinas, Naranjo en flor y Canción de las simples cosas, con las que el canario se siente particularmente satisfecho. "Maribel ha sabido arrimar la argentinidad a la copla. Yo nunca intentaría cantar con inflexión flamenca, porque eso no me nace de dentro, pero en esas grabaciones hemos logrado encontrarnos y enriquecernos sin que nos deformáramos".