La economía de Francia creció sólo un 1,4% durante el año pasado

Por enésima vez desde que llegó al Gobierno hace escasamente un año, el ministro de Economía francés, Thierry Breton, se ha visto obligado a revisar sus previsiones sobre crecimiento y déficit. El Instituto Nacional de Estadística dio a conocer ayer sus primeras estimaciones sobre el curso pasado y avanzó que el producto interior bruto (PIB) de Francia creció tan sólo un 1,4% en 2005, mientras que el déficit comercial se multiplicó por tres y alcanzó la cifra récord de 26.459 millones de euros.

Las esperanzas de que el último trimestre permitiera recuperar posiciones quedaron defraudadas. El PIB francés creció sólo un 0,2% entre octubre y diciembre. Las previsiones del Gobierno situaban el crecimiento en torno al 2%. Breton, obviamente decepcionado, atribuyó las escuálidas cifras del cuarto trimestre al "parón técnico" de dos semanas que se produjo en la industria del automóvil, que "traduce", dijo, "una baja especial que no se reproducirá". Este contratiempo, añadió, no modifica las previsiones de un crecimiento de entre el 2 y el 2,5% para el año en curso, ni tampoco pone en peligro el cumplimiento del objetivo de mantener el déficit público por debajo del límite del 3% marcado por el Pacto de Estabilidad.

Dominique de Villepin, por su parte, acudió raudo en ayuda de su ministro y también relativizó las cifras, que calificó de "provisionales". Al supuesto efecto del parón del sector de automóvil en el bajo crecimiento del cuarto trimestre, Villepin añadió el posible impacto de "fenómenos coyunturales" como la rebelión de las barriadas del pasado mes de noviembre. Francia, aseguró, "recupera la confianza y avanza".

El déficit del comercio exterior, que se multiplicó por 3,3 en 2005 hasta alcanzar la cifra récord de 26.459 millones de euros, lo atribuye el Gobierno al alza de los precios del petróleo. Según la ministra de Comercio Exterior, Christine Lagarde, la mitad del aumento se debe a la factura energética, que pasó de 28.500 a 37.500 millones de euros. "No es una gran fuente de inquietud", matizó Lagarde.