Lo insólito como propuesta
La vanguardia artística digital toma Málaga con Marte, festival dedicado a la creación tecnológica
Un encuentro con indígenas de la selva brasileña en el que las reflexiones surgidas del contacto entre dos mundos se mezclan con música, recitados, imágenes y electrónica; espectáculos en los que manda la improvisación electroacústica musical; proyectos en los que ruidos del ambiente urbano sirven de base musical para las producciones audiovisuales; tecnología punta al servicio de la videocreación o realidad virtual para recrear mundos oníricos como el planeta de El Principito de Saint-Exupèry...
Elementos infrecuentes para un festival que impacta por lo insólito de su propuesta. Esto es Marte, acrónimo del festival Málaga, Arte y Tecnología, un conjunto de eventos y propuestas impulsado por la Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales de la Junta y que va a convertir a la capital de la Costa del Sol en el epicentro de la vanguardia artística digital hasta el próximo 25 de febrero.
La conjunción de tecnología y creatividad se muestra en Marte a través de conciertos, instalaciones, talleres, proyecciones audiovisuales, conferencias, con la idea de que el público asistente vea el futuro que ya es presente.
Entre las numerosas actividades recogidas en la primera edición de este festival, que se celebrará con una cadencia anual, tienen un especial atractivo los conciertos programados en los teatros Cervantes y Canovas y en el auditorio del Museo Picasso de la capital. El pasado día 7, la formación londinense Piano Circus sorprendió en el Cervantes con su propuesta de música minimal al ofrecer un repertorio ejecutado al unísono por seis pianistas, concierto en el que interpretaron por vez primera en un escenario europeo la pieza Totti, obra del reputado Graham Fitkin.
A esta impactante actuación de seis pianos, le suceden otras no menos sorprendentes, como la que anoche ofreció en el auditorio del Museo Picasso el francés Jean-Luc Therminarias, un experto en música experimental que presenta en Marte una obra de teatro musical -From the Xavantes to the Inuits, They were there before the conquest- en la que mezcla varios elementos, como el recitado dramático a dos o tres voces en distintos idiomas, sobre un relato inventado inspirado en las tribus indias del Mato Grosso brasileño, el juego luminotécnico y el uso de instrumentos como el vibráfono eléctrico, la percusión tubular ululante y un nutrido tejido electrónico de ruidos. Todo lo anterior sustentado en la importancia que Therminarias concede al elemento escénico, en el que las presencias paisajísticas se hacen imprescindibles para narrar esta experiencia onírica en memoria de los pueblos indígenas conquistados.
La improvisación musical del norteamericano Stephen Vitiello toma el relevo en el Museo Picasso. Vitiello presenta mundialmente hoy sábado su proyecto Scratchy Monsters, Laughing Ghost, un trabajo de improvisación electroacústica entre electrónica en vivo que dispara el ordenador de Vititiello, la melodía esquiva que sale de las cuerdas de la guitarra de David Tronzo y los acordes en cascada del piano de Michel Schumacher.
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