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Entrevista:FRAN IDARETA | Acordeonista y compositor

"Corremos serio riesgo de que el acordeón se pierda"

Dos años y medio de trabajo, grabación de conciertos con más de cien músicos bajo la batuta del director Enrique Ugarte, la colaboración de músicos como Kepa Junkera, Carlos Núñez, Juan Mari Beltrán, Javier Garayalde o David Johnstone, entre otros, además de la Orquesta de Cámara Concerto y las corales de Etxarri Aranatz y La Asunción, han configurado el proyecto musical Capricho Sinfónico, Pamplona, ciudad de todos, del acordeonista navarro Fran Idareta (Irurtzun, 1976). Es el quinto trabajo de uno de los más destacados instrumentistas de acordeón.

Pregunta. Este es el primer proyecto sinfónico de su carrera.

Respuesta. Ha sido un gran reto. Hemos configurado la primera obra sinfónica sobre Pamplona, una ciudad con más de dos mil años de antigüedad. Los conciertos se grabaron en junio de 2005 y el formato CD acaba de salir al mercado.

P. ¿Qué objetivo se marcó?

R. Orquestar un sentimiento. El proyecto nació en 2003 viendo imágenes del encierro con un fondo musical de Kepa Junkera. Me fascinaba el encierro no por el riesgo de muerte que conlleva sino porque consigue reunir a muchos miles de personas de diferentes culturas de todo el mundo. Pensé que esa idea podría vertebrar un concierto musical.

P. El resultado es un experimento musical.

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R. Es lo que necesita el acordeón, que todos sus músicos remen juntos. Con el acordeón se puede dar vida a muchas músicas, no sólo circunscritas a las melodías populares o el restrictivo ámbito concertístico. La ignorancia nunca es del instrumento, es siempre del músico. No podemos estar en el limbo musical. Tenemos la obligación, como seres humanos, de ir a buscar músicas y sonidos. El acordeón no debe estar encerrado en una torre de marfil.

P. ¿Ha dado muchas vueltas hasta conseguir hacer con el acordeón lo que realmente quiere?

R. Muchísimas. Empecé a estudiar a los diez años en la escuela de música de mi pueblo. Fui solista de orquesta antes de los 16 años, recorrí cientos de pueblos, hice un dúo con mi hermano y toqué miles de horas. A los 24 años grabe mi primera maqueta. La productora Etxe Ondo creyó en mí y llegaron los discos.

P. Sus discos enfocan la música de acordeón desde perspectivas múltiples.

R. He editado cuatro proyectos con mucha apertura de miras, sin fronteras, pero con raíces. He bebido de una corriente asentada con estrellas de la talla de Kepa Junkera o Carlos Núñez e intento aportar mi propia vía.

P. ¿Cree que el acordeón es un instrumento que languidece?

R. Si no lo evitamos, sí. Debemos romper con los prejuicios que se tienen con el acordeón, entre otros, las connotaciones que lo supeditan a lo popular. Corremos serio riesgo de perder el instrumento.

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