La terminal T-4 alcanza el 80% de puntualidad en su tercer día de rodaje
El 80% de los 722 vuelos operados ayer en la nueva terminal del aeropuerto de Barajas salió a la hora prevista, según el director de Aeropuertos Españoles (AENA), Javier Marín. Las antiguas terminales 1, 2 y 3 alcanzaron el 88% de puntualidad en sus 495 vuelos. Ésta es la cifra habitual en el aeropuerto, y el índice que debería alcanzarse en la T-4 en los próximos días, según Marín. El lunes las cifras fueron peores, a pesar de que había 37 vuelos menos. Uno de cada tres aviones despegó con más de media hora de retraso de la nueva terminal. "No hemos alcanzado los índices finales, pero estamos muy cerca", señaló el director de AENA.
"El aeropuerto es una gran ciudad en la que todo el mundo interviene y en la que todos los días hay que mejorar algo", aseguró Marín. Los sistemas de información funcionan "a pleno rendimiento", tanto por teléfono como en la terminal. Los 110 chaquetas verdes -informadores de AENA- están atendiendo más de 100.000 consultas al día en la T-4. El teléfono de información de AENA recibe 1.000 llamadas diarias, la mayoría para preguntar qué compañías vuelan en cada terminal y cómo se llega al aeropuerto.
Marín recordó que la T-4 servirá para descongestionar las terminales 1, 2 y 3, que hasta el pasado domingo estaban "saturadas", y anunció que a partir de octubre podrán ampliar el número de operaciones (despegues y aterrizajes) a la hora de 78 a 90 en la T-4. El 40% de los pasajeros de Barajas no viene a Madrid, sino que enlaza con otros destinos.
Mientras, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, pidió ayer la comparecencia en la Cámara de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Además, volvió a criticar al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: "Va a inaugurar una terminal que se le dejó hecha y fíjese el caos que monta".
Zaplana afirmó que el "caos" que se ha producido en el aeropuerto de Madrid-Barajas con la inauguración de la terminal T-4 pone de manifiesto que, en el caso del Gobierno socialista, "la gestión no es lo suyo".
