Asesinado a tiros un hombre condenado en 1997 por corrupción policial
Trágico final para un secuestro de 12 días de duración. Un vecino de Fuencarral, José Luis Recuero del Pino, de unos 60 años, murió ayer al recibir tres disparos en un paraje conocido como Venta de la Rubia, en Latina. El fallecido había sido condenado en 1997 por el caso Ucifa, de corrupción en la Guardia Civil.
Recuero faltaba de su domicilio desde el pasado 23 de enero, cuando fue capturado por varios hombres. Los criminales nunca pidieron rescate a la familia, y la policía tuvo dificultades para poder solucionar este caso (no hallaron su vehículo, entre otros aspectos), que ha terminado con el asesinato.
El lunes 23 de enero, a mediodía, José Luis Recuero recibió una llamada en su móvil. Varias personas aún sin identificar le telefonearon para fijar una cita. La víctima salió de su casa, en Fuencarral, momento que fue aprovechado por varias personas (dos o tres, según los testigos) para capturarlo y trasladarlo en su propio vehículo, un todoterreno Toyota Land Cruiser.
La policía recibió al principio información de que el secuestro de José Luis Recuero del Pino lo habían perpetrado clanes familiares asentados en poblados chabolistas dedicados al tráfico de droga. Investigaciones posteriores determinaron que la forma de actuar y la descripción de los integrantes no correspondía a ciudadanos españoles. Un testigo describió a los atacantes como de tez muy morena y aspecto suramericano, lo que ha motivado que los investigadores relacionen este caso con la venta de droga a gran escala. El coche de la víctima, el día de su desaparición, iba escoltado por detrás por otro turismo en los que viajaban parte de los captores. Esta forma de actuar es típica de los narcotraficantes suramericanos, según fuentes policiales.
La víctima efectuó una llamada a su hijo, menor de edad, una hora después de salir de su domicilio. En la misma le dijo que fuera comiendo, porque él se iba a retrasar. Fue la última vez que alguien del entorno de Recuero tuvo noticias suyas. A partir de ahí, han llegado las incógnitas que siguen sin ser resueltas. El grupo XIII de Policía Judicial, especializado en la lucha contra atracos a bancos y secuestros, se puso a trabajar en cuanto los familiares de Recuero denunciaron el caso. Desde entonces, se han topado con pocas vías para esclarecer el secuestro.
En primer lugar, no ha sido hallado el todoterreno de la víctima. Tampoco se ha encontrado su teléfono móvil, a través del cual se podría haber conocido las últimas llamadas efectuadas y recibidas por el fallecido. Además, los investigadores se han topado con la tardanza de la compañía telefónica que, pese a haberlo pedido reiteradamente, no ha facilitado el listado de llamadas del secuestrado.
José Luis Recuero fue procesado y condenado en 1997 en el caso de la Unidad Central de Investigación Fiscal y Antidroga (Ucifa) de la Guardia Civil, que acabó con la condena de seis oficiales y agentes del instituto armado por crear una organización de traficantes.
La familia de Recuero bloqueó al día siguiente del secuestro las cuentas bancarias del secuestrado para evitar que pudieran ser utilizadas en contra de su voluntad. La policía estaba pendiente de abrir una caja de seguridad de Recuero en una entidad bancaria.
Intereses en Andorra
Además, fue alertada la policía andorrana, ya que la víctima tiene algunas posesiones en este país. El coche fue declarado "de interés policial", por lo que cualquier patrulla que lo descubriera debía avisar a los agentes de secuestros. En las pesquisas también participaron agentes de la Comisaría General de Policía Judicial.
La confirmación de la muerte llegó ayer, cuando un vigilante del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (ISFAS) del Ministerio de Defensa avisó del hallazgo del cadáver a la sala del 091 alrededor de las 10.46. Se hallaba en la Venta de la Rubia, a la altura del kilómetro 10 de la autovía de Extremadura (A-5), en Latina, informa Esther Sánchez. También avisó un camionero que acababa de ver el cuerpo. El entorno, muy solitario, es frecuentado por deportistas.
El fallecido vestía chándal azul claro, zapatillas de deporte y una braga contra el frío que le ocultaba media cara. Iba indocumentado. El cuerpo se encontraba fuera del camino, junto a un pequeño montículo y un árbol de gran porte. Estaba a la vista de cualquier persona que pasara por el lugar. El hecho de que las ropas estuvieran completamente limpias y las zapatillas sin arena permite deducir que Recuero fue asesinado en otro lugar y después trasladado a la Venta la Rubia. No fueron hallados ni casquillos ni vestigios de lucha en la zona, según fuentes policiales.
Al lugar se trasladaron facultativos del Samur, que hallaron los tres disparos al descubrir las ropas, según Emergencias Madrid. Dos balazos le alcanzaron el pecho y el tercero le entró por la frente junto al ojo izquierdo.
La Policía Científica tomó sus huellas dactilares y las cotejó con las que tenían en los archivos del DNI. Sobre las tres de la tarde, se confirmaron las peores expectativas para los familiares. Fuentes policiales señalaron que la víctima fue asesinada sobre las seis de la mañana. El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde hoy le será practicada la autopsia. El Grupo X de Homicidios investiga el caso.
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