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Reportaje:SSANGYONG KYRON 200 XDI SPORT AUTOMÁTICO | PRUEBA

Versatilidad y equipamiento a buen precio

Un todoterreno moderno con vocación familiar que reúne las ventajas de varios tipos de automóviles. El Kyron tiene una carrocería alta y robusta que da seguridad, un interior con soluciones de los monovolúmenes y una tracción 4×4 con reductora para superar cualquier imprevisto en asfalto (nevadas...) y en el campo. Aporta también una mecánica correcta, un comportamiento aceptable en carretera y un completo equipo de serie con control de estabilidad. Y no es tan caro como sus rivales (desde 26.900 euros).

Estética original

Más información
Un 4×4 muy completo

La llegada del Kyron completa la gama de Ssangyong, una marca coreana minoritaria hasta ahora en España que ha tenido un crecimiento acelerado en los últimos años gracias al éxito del todoterreno Rexton y el monovolumen Rodius. El nuevo modelo mide 4,66 metros, sólo seis centímetros menos que el primero, aunque la diferencia se ampliará cuando llegue el sustituto del Rexton, que será más largo y tendrá siete plazas.

La línea del Kyron es bastante original, en especial por los detalles que definen el estilo. El frontal tiene personalidad e incluye un capó abombado y una parrilla llamativa que transmiten poderío. Destacan los listones cromados que forman una banda situada entre los faros carenados y un parachoques muy elaborado. El lateral prima más la deportividad y presenta un aspecto más musculoso y un trazo lateral ascendente que acentúan el dinamismo. En cambio, la zaga abusa de la chapa y tiene una luneta pequeña y unos pilotos pobres que crean un aspecto pesado y desentonan con el resto. El resultado final es un todoterreno vanguardista y diferente, pero de estética recargada.

Práctico y modulable

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El interior está bien aprovechado y permite alojar sin problemas a cinco adultos. Las plazas delanteras tienen unos asientos grandes y cómodos, y atrás el espacio es correcto, aunque algo justo en la zona de las piernas, y tiene un maletero enorme con un cofre debajo del piso. El Kyron destaca además por su flexibilidad e incluye soluciones de los monovolúmenes para repartir el espacio. Las plazas traseras permiten regular la inclinación del respaldo para ampliar el maletero y también se pliegan contra los de delante dejando todo la base plana para facilitar la carga. Además está bien estudiado para aprovechar los huecos y ofrece un sitio para cada cosa. Destacan los dos portagafas del techo, las dos repisas con tres posavasos situadas junto al cambio, el cofre interior del apoyabrazos central...

Ssangyong ha sido siempre la marca coreana que mejor resuelve el diseño interior y los acabados, y el Kyron se sitúa a la altura de muchos modelos japoneses y occidentales. Aunque el salpicadero abusa de los plásticos grises, el ambiente es limpio, moderno y ordenado, con materiales y ajustes correctos, y una resolución cuidada en los detalles, como el equipo de música y la climatización, muy bien integrados. En cambio, la insonorización es mejorable cuando se circula con el motor a alto régimen o en ciudad en marchas cortas. Y aunque lleva amortiguadores de gas, la suspensión es algo dura y penaliza el confort en los viajes.

Un motor y dos acabados

El Kyron se vende con un motor 2.0 XDi turbodiésel de 141 CV y cambio manual, y con un automático opcional (2.020 euros), los dos de cinco marchas. Hay dos acabados, Sport y Limited, y aunque no es un coche barato destaca por su relación precio / equipamiento. El primero (26.900) viene de serie con cuatro airbags, ABS, ESP, climatizador con pantalla digital, tracción 4×4 con reductora y descenso de pendientes, radio-CD y todo lo habitual. El Limited (29.900) añade asientos de cuero calefactados, llantas de 18 pulgadas y otros extras.

Conclusión

El Kyron es un 4×4 bien dotado para la vida familiar que circula sin problemas por todas partes. La línea es moderna; el interior, práctico, y el equipamiento, bastante completo. No es caro y ofrece unas prestaciones y comportamiento correctos en asfalto y suficientes recursos en el campo.

El Kyron tiene la imagen robusta de los todoterrenos y añade detalles peculiares, como el diseño del frontal y la línea lateral ascendente con las aletas muy marcadas, que aportan un estilo más deportivo.
El Kyron tiene la imagen robusta de los todoterrenos y añade detalles peculiares, como el diseño del frontal y la línea lateral ascendente con las aletas muy marcadas, que aportan un estilo más deportivo.ENRIQUE BROOKING

VISTOSO Y FLEXIBLE POR DENTRO

El interior del Kyron tiene un aspecto moderno y vistoso. Los plásticos y materiales presentan una calidad correcta, está bien acabado y aporta detalles bien resueltos, como el diseño de la consola central con el radio-CD integrado y una generosa dotación de huecos en todas las plazas; entre ellos, un apoyabrazos central con un posavasos integrado en la tapa y un cofre interior enorme. Todos los mandos quedan muy a mano, sobre todo el que permite seleccionar la tracción 4×4 y la reductora, que tiene forma circular y va situado justo a la izquierda del equipo de música. Las plazas traseras están bien resueltas; aunque el espacio para las piernas es sólo correcto, son cómodas, permiten regular por partes la inclinación de los respaldos e incluyen dos posavasos y una repisa con red detrás de la consola del cambio. El maletero destaca por su capacidad (625 litros) y tiene una trampilla debajo del piso muy práctica para dejar todo lo que se ensucia en un día de campo. Además se amplía abatiendo los respaldos traseros para cargar bultos grandes y lleva una red encima para sujetar el equipaje. La zaga es original, pero poco atractiva. Combina una luneta pequeña con una banda inferior metalizada y unos pilotos muy bajos que descompensan su imagen.

PRECIOS AJUSTADOS

La tracción 4×4 con reductora distingue al Kyron de los todototerrenos ligeros y le sitúa más cerca de los modelos clásicos, pero en la práctica compite con todos ellos, y, a pesar de tener unos precios más económicos, viene más equipado de serie. El nuevo Suzuki Grand Vitara es la alternativa más asequible. Cuesta 1.000 euros menos y viene con seis airbags y reductora, pero el ESP es opcional (900 euros) y no incluye elevalunas traseros eléctricos. El resto son más caros. El Kia Sorento y el Jeep Cherokee cuestan 2.400 y 3.000 euros más, respectivamente, y el equipamiento es inferior: no pueden incluir el ESP y el radio-CD del Kia es opcional (403 euros). La diferencia con el Honda CR-V llega a 3.400 euros y el 4×4 japonés no incluye reductora ni ordenador de viaje, aunque tiene seis airbags y ESP, y ofrece unas prestaciones superiores a todos.

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