Imagen mental

La edición de Aventura, el libro que Claudio Rodríguez dejó inconcluso en la hora de su muerte, propone una terna de acercamientos en esta hora en que la oscuridad invita a la lectura. Si el libro se acerca a estas páginas se debe a su interés y cercanía al País Vasco. Claudio Rodríguez pasaba temporadas en Zarautz y en Aventura el paisaje del Cantábrico penetra en la vida y en la expresión del poeta.

El primer acercamiento debe fijarse en la edición cuidada y tan elegante de los textos en edición facsimilar. Se tata de un volumen que recoge de manera fiel las versiones de los poemas y la más definida y aquilatada dejada por el poeta, que puede considerarse cercana a la definitiva. Y en su riqueza visual no puede menos que admirarse la edición. En segundo lugar debemos subrayar su importancia como un volumen muy práctico para acercarnos a los misterios de la composición y de la creación en lo que se ha llamado crítica genética, que atiende al proceso de creación, al paso siempre tan voluble de la idea a la palabra.

A través de estas páginas podemos asistir al inasible proceso de creación. El responsable de la edición, Luis García Jambrina, ha atendido más al respeto del material que al análisis de los mensajes que los textos proponen.

En tercer lugar, tenemos a un Claudio Rodríguez en estado maduro, quizás volviendo a las características claves de su producción, profundizando más que ofreciendo novedad. Aventura es un camino de riesgo entre varias posibilidades de expresión, pero aquí, en la provisionalidad, está también la voz del poeta, tan cercana a lo vivido, tan próxima a la reflexión de lo sentido. Creación que profundiza las claves de un sentir mental de la experiencia. Siete poemas que son una imagen de la mente.

Claudio Rodríguez. Aventura. Edición de Luis García Jambrina. Tropismos; Salamanca, 2005. 272 páginas, 39 euros.