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El PSC cierra filas en torno a Maragall y asegura la continuidad del tripartito

Enric Company

Los socialistas catalanes apoyaron ayer decididamente, por boca de la vicepresidenta del partido, Manuela de Madre, la voluntad de Pasqual Maragall de optar a la reelección como presidente de la Generalitat. "Ahora es nuestro presidente, después volverá a ser nuestro candidato", afirmó.

La dirigente del PSC aseguró que su partido "no ha considerado nunca otra posibilidad" que la de concurrir a las próximas elecciones autonómicas con Maragall como candidato. Fuentes próximas al primer secretario del PSC y ministro de Industria, José Montilla, garantizaron la continuidad tanto de Maragall como de la fórmula de gobierno que encabeza, el tripartito de la izquierda catalana, y su decisión de agotar la legislatura.

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ERC y PSOE dan casi por seguro que no firmarán un acuerdo sobre el Estatuto

La oposición nacionalista ha insistido en las últimas semanas en reclamar que Maragall disuelva el Parlamento y convoque elecciones después del referéndum del Estatuto, que podría celebrarse en otoño. El líder de CiU, Artur Mas, reiteró ayer algo que a menudo desliza en sus intervenciones públicas. "Me llegan muchas voces desde las filas socialistas que cuestionan la continuidad de Maragall", señaló.

Charla de Sevilla y Fidalgo

La difusión por televisión de una conversación privada en la que el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, sostenía ante el secretario general de CC OO, José María Fidalgo, que "todavía" no es posible que "un charnego"

[refiriéndose a Montilla] opte a la presidencia de la Generalitat dio fuerza a la idea de que algún sector del PSOE preferiría sustituir a Maragall, a quien se consideraría demasiado "nacionalista".

Las palabras de Sevilla, grabadas sin su autorización en el Club Siglo XXI de Madrid, provocaron un doble rechazo. "Cualquier ciudadano de Cataluña puede ser candidato", dijo el portavoz del Gobierno catalán, el socialista Joaquim Nadal. El republicano Josep Bargalló, y el portavoz del CiU, Felip Puig, recriminaron también al ministro la utilización del término charnego [persona procedente de otro lugar de España], que tiene una connotación peyorativa, y aseguraron que "hace mucho que ya no forma parte del léxico usual" en Cataluña.

A este rechazo se unió el dirigido a las presiones que desde el PSOE, se ejercen sobre Esquerra para que abandone el Gobierno catalán, si no se suma al pacto sobre el Estatuto. El propio Maragall, y consejeros de su Gobierno pertenecientes tanto al PSC, a ERC y a Iniciativa Verds, reafirmaron ayer en la reunión del Ejecutivo la voluntad de agotar unidos la legislatura autonómica.

Y ello a pesar de que destacados dirigentes de los tres partidos reconocen en público que sería "difícil de entender" que el Gobierno catalán convocara el referéndum del Estatuto sin que lo apoyaran los tres partidos que lo forman.

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