Muerte en la infravivienda
El juez deja en libertad a los padres de un bebé de dos meses que murió en Elche durante la ola de frío
"Había pasado mala noche, muy intranquilo, y por la mañana le di un biberón y se durmió, envuelto en una manta y frente a un radiador". Esta es la versión que la madre del bebé de dos meses fallecido el lunes en una vivienda precaria de Elche dio al juez tras su detención y la de su marido, por un presunto delito de imprudencia en el cuidado de su hijo con resultado de muerte. Ese mismo lunes la policía informó de que el menor había muerto por hipotermia, coincidiendo con la ola de frío.
Un avance de la autopsia revela que el cadáver presenta signos de desnutrición, pero descarta que hubiera un maltrato y no menciona nada sobre los síntomas de hipotermia que apreció la Policía, informaron ayer fuentes de la Audiencia de Alicante. Los padres quedaron en libertad provisional sin fianza, a la espera de que concluya la autopsia del cadáver y se determinen las causas de la muerte del lactante. La madre, de 23 años, declaró que el niño llevaba demasiado tiempo durmiendo y al intentar despertarlo comprobó que no reaccionaba. Ella misma avisó a emergencias.
El bebé, según comentó ayer la madre, estaba bien atendido "en la medida de nuestras posibilidades". La mujer tiene otros tres hijos, uno que vive en Alicante con unos familiares, una niña de casi tres años y otra de nueve meses. Los padres insistieron en que el bebé estuvo bien atendido en todo momento y manifestaron que no tenían culpa de ser pobres. El abogado defensor, Vicente Boix, afirmó que el bebé estuvo tapado con una manta y con calefacción, por lo que los acusados no se explican la razón del fallecimiento.
Según esta versión, el bebé tomó un biberón sobre las 9.30, se le cambió el pañal y se quedó dormido, al igual que hicieron posteriormente sus padres, quienes habían pasado mala noche por la intranquilidad del pequeño porque no paraba de llorar.
La pareja vivía de alquiler, en una casa del barrio del Raval de Elche. El hombre, de origen marroquí, trabajaba en la construcción sin contrato. La casa apenas tenía muebles y carece de agua caliente. Según las indagaciones de la policía judicial, el domicilio no reúne las condiciones higiénico sanitarias necesarias para los pequeños.
La pareja dormía en un colchón y la niña de nueve meses en un sillón viejo y roto. El pequeño había nacido a los seis meses de gestación, era prematuro. Fuente del Hospital de Elche aseguraron ayer que el bebé estuvo en prematuros hasta que alcanzó el peso adecuado, y después se le dio el alta, pero con el compromiso de continuar acudiendo a revisiones y seguimiento. Sin embargo, los padres no lo llevaban a las citas.
La concejal de Bienestar Social de Elche, Nieves Campello, explicó que su departamento había seguido a la mujer desde el año 1998. Se le dieron vales de alimentos y ayudas para pagar el alquiler de la vivienda pero, a finales del año pasado, "cambió de casa y desapareció y ya no supimos nada de ella hasta diciembre". Según la concejal, los trámites para la intervención judicial de los niños estaba ya en marcha.
Algunos vecinos de esta pareja se mostraban ayer consternados. "No se les veía nada raro, eran amables y parecía que querían mucho a los niños", dijo un vecino. Otro sentenció: "Esto no ha sido cosa de malos tratos, ha sido pobreza".
Los resultados completos de la prueba forense no se conocerá hasta dentro de un mes. En la investigación, los agentes determinaron que el fallecido y sus otros hermanos, de 1 y 3 años y acogidos ahora por Servicios Sociales en Alicante, "se encontraban en un estado lamentable de precariedad y desnutrición a simple vista, no estando bien abrigados ni alimentados".
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