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Signos

Antonio Checa mezcla absurdo e ironía en los poemas de 'Casi hablando'

Ginés Donaire

Antonio Checa (Baeza, Jaén, 1941) ha mezclado absurdo e ironía con lo más radical de la naturaleza para dar forma a su último poemario, Casi hablando, editado por la Diputación Provincial de Jaén y presentado en días pasados. "La naturaleza se encuentra implícita en este libro, amada, retratada y, sobre todo, visualizada dentro de mi concepción ante la vida, pero me doy cuenta, que a algunos hombres les interesa muy poco la misma, muy poco, y yo que soy parte de ella, he de hablar de mí como concepto natural, como querer ser algo de lo que no pude en su momento: el academicismo", asegura el autor con relación al que es su undécimo libro.

El poeta jiennense Juan Manuel Molina Damián asegura en la presentación del libro que Antonio Checa es "otro superromántico convencido de que la poesía sólo podrá hacerse dicha cuando la habite el tiempo vital de la lengua hablada y logre alejarse por fin de los espacios fantasmales del mundo de la literatura".

El poeta de Baeza cierra la obra con el poema que da título al libro: "Casi hablando llegué y fue cautivo / de una mirada urdida y meditada, / mi corazón testigo, mi amor quebraba / la verdad y lo inventado, asumido / el poder de la palabra, adorando / la vida por proeza, canta y reza, sigue / y adora y piensa y pide y ama, recibe / las piedades del verbo equivocado, / que si llegas a ser lo ya nombrado, / alguien te besará: camina y vive".

Música y armonía

Para Checa, "la poesía por naturaleza es una cosa evolutiva, pero debe ser sin prisas, lo mismo que la tarde cuando se va apagando con ese sol que la ilumina y deja en su misterio el interrogante de un nuevo ocaso, que en ningún momento será igual a posteriori, aunque sea igual de complejo y hermoso por naturaleza". A su juicio, en su poesía "no existen innovaciones formales ni experiencias generacionales". Y añade: "La poesía es música, armonía y un concepto emocional de la vida, pero dentro de la salvedad de lo que estamos constituidos por naturaleza, no de lo que estamos forjados socialmente", dice.

Se trata del tercer poemario en menos de un año que ha producido Antonio Checa, autor también de varios ensayos y que ahora está inmerso en la preparación de una novela. El pasado mes de noviembre reeditó Espacio de la luz, un poemario autobiográfico con el que, en 2002, ganó el Premio de Poesía de la Casa de Andalucía en Denia (Alicante). Con anterioridad, publicó Las palabras perdidas, un trabajo que obtuvo el último Premio de Poesía El Olivo del Ayuntamiento de Jaén. Se trata de un poemario con un gran trasfondo filosófico y reflexivo y con una "irrefrenable musicalidad".

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