Un informe negativo de Costas deja en suspenso la aprobación de un puerto deportivo en Málaga

El equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Málaga, del PP, decidió ayer retirar del orden del día del pleno municipal la aprobación de una modificación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para la construcción de la Marina de Arrainjanal tras tener conocimiento de un informe desfavorable de la Dirección General de Costas. El alcalde, Francisco de la Torre, que había hecho caso omiso a la advertencia de la Junta de que el Ayuntamiento carecía de competencias para dicha modificación, explicó que se postergaba la decisión para tomarla "con mayor rigor".

El informe firmado el pasado 17 de enero por el jefe del Servicio de Informes de Planeamiento de la Dirección General de Costas, no constaba en el expediente cuando la comisión municipal de Urbanismo aprobó el pasado día 25 llevar el asunto al pleno, pues se recibió dos días después. El alcalde, Francisco de la Torre, lo consideró por ello "extemporáneo" y aseguró que el consistorio podía darlo como no válido, pero por precaución y "por ser rigurosos" optó finalmente por dejar aparcado el asunto.

La portavoz del PP, Mariví Romero, ya anunció que cuando los servicios jurídicos municiaples analicen el informe, la aprobación de la moficicación del PGOU volverá a llevarse al pleno, en febrero. Ayer ya fue incluido en el orden del día con el dictamen en contra de la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo, que el pasado mes de diciembre recordó al consistorio que las competencias para decidir un cambio de uso del suelo no urbanizable corresponden a la comunidad autónoma. Por ello, la Junta dejó sin validez el acuerdo inicial de modificación de elemento al PGOU adoptado por el Ayuntamiento el pasado 12 de agosto, aunque el consistorio siguió adelante con el procedimiento.

Ahora, la Dirección General de Costas ha informado desfavorablemente el cambio de planeamiento por la inexistencia de un plan territorial que estructure, justifica y mida los impactos de los puertos deportivos. Además, no hay informe de impacto ambiental, necesario para el pronunciamiento de Costas. Aunque el PP dijo ayer que este informe es contradictorio con el que el mismo departamento emitió en 2003, en aquel dictamen, Costas eludía pronunciarse sobre la modificación del planeamiento hasta no conocer el informe de impacto ambiental, pero en ningún caso dio su visto bueno.

El viceportavoz del PSOE, Enrique Salvo, aseguró ayer que en los terrenos en cuestión "nunca podrá construirse una marina, es inviable", y acusó al alcalde de intentar "recalificar esos terrenos para aumentar su valor y defender los intereses de los promotores privados y no los de todos los malagueños". El consistorio mantiene una larga pugna con la Junta por este proyecto, que contempla una marina con 900 atraques, 1.600 viviendas y 800 plazas hoteleras en unos terrenos próximos a la desembocadura del Guadalhorce que están catalogados como no urbanizables.

Ya en 2003, la Junta rechazó una primera modificación de elemento al PGOU aprobada por el Ayuntamiento para el conjunto del proyecto. El consistorio buscó un vericueto para sortear esta negativa y en agosto de 2005 aprobó inicialmente una nueva modificación que anulaba el acuerdo plenario de 2003 y introducía el cambio de uso de suelo sólo para la parte afectada por la marina, entendiendo que no se trataba de un cambio sustancial en el uso del suelo y que por consiguiente no requería el pronunciamiento de la administración autonómica. Y esa es la propuesta que se llevaba ayer a pleno con la advertencia de ser órgano incompetente por parte de la Junta.

El avance del Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la aglomeración urbana de Málaga reserva estos terrenos como no urbanizable para parque y el Ministerio de Medio Ambiente contempla su compra para preservarlos protegidos de urbanización, como pidieron en agosto los grupos municipales de PSOE e Izquierda Unida.