El borrador del Estatuto sale con el apoyo de PSOE e IU y registra 320 votos particulares

La ponencia redactora del Estatuto de Autonomía culminó ayer sus trabajos con la elaboración de un texto base de la proposición de ley de reforma. Con este paso se inicia el arranque parlamentario del nuevo Estatuto que los andaluces deberán ratificar en referéndum en febrero de 2007. El borrador cuenta con la firma del PSOE e Izquierda Unida e incorpora un total de 320 votos particulares: 181 del Partido Popular, 100 de IU y 39 del Partido Andalucista. Estos dos últimos, por razones distintas, no suscribieron el documento pese a que se habían comprometido a ello.

Ayer empezó la cuenta atrás para la aprobación definitiva del nuevo Estatuto de Autonomía de Andalucía. La ponencia redactora dio el visto bueno a su informe en una reunión a la que se incorporó el PP.

Este partido abandonó los trabajos el pasado día 17, junto con el PA, por las "sospechas" de agravio con Cataluña, pero regresó el último día para presentar sus votos particulares. De este modo, según su portavoz Antonio Sanz, se desmontan las acusaciones de que no han participado. Lo dijo con estas palabras: "Desde el momento en que hemos presentado nuestros votos particulares nadie nos puede achacar que no hayamos cumplido de principio a fin con nuestra responsabilidad".

De los andalucistas no hubo noticias. El PA ni siquiera contestó a las peticiones de los letrados de la Cámara para que precisaran, ampliaran o modificaran las observaciones que han ido haciendo durante las 31 sesiones de la ponencia.

El PA justificó su marcha de este órgano en que consideraba "imprescindible" tener los documentos que manejaba el Gobierno central en sus negociaciones con los partidos catalanes sobre la reforma del Estatuto de Cataluña. Para PSOE e IU el gesto respondía sólo a un afán por obtener "cuota de pantalla" en los medios de comunicación.

Guiño al PA

Pese a que el PA mantiene que no ha presentado votos particulares y reserva sus energías para el trámite de enmiendas, en el informe del borrador de la proposición de ley figuran 39 observaciones que sus ponentes han ido haciendo. Algunas de éstas son bastantes detalladas (sobre todo al título de competencias), aunque en otras se limita a manifestar su acuerdo con "el espíritu" de determinado precepto o se limita a expresar su "reserva" sin redacciones específicas.

El PSOE, además, hizo ayer un guiño a los andalucistas e incluirá en el dictamen que la ponencia elevará a la Comisión de Desarrollo Estatutario "una mención de que el PA registró un texto alternativo", según dijo ayer el portavoz socialista, Manuel Gracia.

Gracia evitó cargar las tintas contra los conservadores y andalucistas y consideró "positivo" la presencia del PP en el último día de la ponencia redactora. El portavoz socialista destacó que más del 80% del borrador cuenta con el apoyo del PSOE y al menos otro grupo de la Cámara, es decir, tiene la mayoría cualificada que se requiere al final. También se mostró convencido de que "no hay nada sustantivo" en el borrador "que no lo puedan firmar ni PP y PA". Del mismo modo, afirmó tajante que no aceptarán propuestas que signifiquen una "rebaja" de autogobierno.

Y frente a la cautela del socialista, la portavoz de Izquierda Unida, Concha Caballero, cargó contra el PA por criticar el acuerdo de los partidos de izquierda sobre la financiación de la comunidad autónoma, cuando "se le ha olvidado" incluir disposiciones para garantizar la inversión estatal en la comunidad.

La federación de izquierda va a registrar 100 votos particulares, al borrador de la iniciativa de reforma, al que dan un "apoyo crítico", afirmó Caballero. La portavoz destacó los avances sobre financiación, competencias, medio ambiente o empleo, pero consideró "absolutamente insuficiente" los preceptos sobre las corporaciones locales o la definición de la comunidad.

Los votos particulares del Partido Popular se elevan a 181 a los 216 artículos del texto reformado. Antonio Sanz dijo que lo aprobado por la ponencia obedecía a un "pacto excluyente de la izquierda radical". Esta frase la repitió en más de media docena de ocasiones, aunque también resaltó que "queda mucho" en la negociación y que hay "un margen posible de negociación" en que PSOE y PP deberían mover sus posiciones. Respecto a por qué el PP incumplía su compromiso de firmar el texto base al que se incorporan los votos particulares de todos los grupos, Sanz afirmó que éstos no tienen valor jurídico, algo que no ignoraba el PP ya que la firma de la proposición no prejuzgaba el resultado final y todos los grupos a través de esos votos particulares preservaban sus posiciones políticas.

"Eso son sorpresas farisaicas", apostilló Concha Caballero. "Cada día montan un numerito", remachó el también ponente de IU, Antonio Romero, quien consideró "una pasada" el bautizar la propuesta propia de "radicales de izquierda".