Las obras en la estación de Moncloa serán subterráneas y no afectarán al tráfico
Aguirre concede la explotación a Sacyr, que cobrará un canon a las líneas interurbanas
El Consejo de Gobierno que preside Esperanza Aguirre aprobó ayer adjudicar las obras de ampliación de la terminal de metro y autobuses de Moncloa a la empresa Sacyr Vallehermoso, con un presupuesto de 97 millones de euros. Los trabajos, que comenzarán a mediados de febrero y finalizarán en esta legislatura, suponen construir nuevas instalaciones bajo el Arco de la Victoria, un aparcamiento en la junta municipal y reformar la estación bajo la calle de la Princesa y los túneles de acceso. El pliego de condiciones permite a la empresa explotar la terminal durante 35 años y cobrar un canon a las compañías de autobuses interurbanos. Además, podrá explotar "publicidad, telefonía y otros".
El concurso de adjudicación de las nuevas obras de la estación de Moncloa fue publicado por el Boletín Oficial del Estado el pasado 24 de agosto. Sin embargo, su concesión fue retrasada varios meses por decisión de la presidenta regional que, en una entrevista publicada el pasado septiembre en EL PAÍS, afirmó: "Para que el cúmulo de incomodidades [a los ciudada-nos] no sea excesivo, la Comunidad ha decidido que las obras del intercambiador de Moncloa se suspendan hasta que acaben las demás" [en la zona].
Aguirre se refería a los problemas ocasionados el pasado verano por las obras de mejora de la línea 3 de metro: cortes en la calle de Princesa, en sentido de entrada desde la A-6; un único carril por sentido en el paseo de Moret; dos carriles en sentido salida a la A-6 desde la plaza de Cristo Rey y el corte de la avenida de la Victoria entre Moncloa y el nudo de Puerta de Hierro. Todo ello sumado a que con cierta frecuencia una avería de los autobuses que acceden a la terminal a través del bus VAO provoca monumentales atascos en la zona.
Un portavoz municipal explicó ayer que, en la actualidad, la afección al tráfico de las obras en el entorno de la estación es "mínima" en Moncloa, donde la circulación por la calle de la Princesa está abierta completamente y sólo queda "un pequeño embudo" junto al Arco de la Victoria. Los trabajos de reforma de la línea 3 del metro, que sólo continúan bajo tierra, finalizarán el próximo septiembre, según Metro de Madrid.
Por eso, el vicepresidente regional, Ignacio González, subrayó tras el Consejo de Gobierno que la ampliación del intercambiador no supondrá una "afectación para los vecinos y el tráfico". Según él, las obras están en una fase en la que continúan bajo tierra, sin necesidad de cortes de calzada.
La Consejería de Transportes avanzó el pasado verano que, aprovechando las obras de la línea 3 de metro, el consorcio estaba realizando los trabajos previos para la construcción de la futura estación. "La colocación de pilotes y de los tramos de losa de hormigón", precisó un portavoz.
Cuando en abril de 2004 la presidenta de la Comunidad y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, se comprometieron en un convenio a construir seis grandes terminales de autobuses en la capital antes del fin de 2007, incluyeron la posibilidad de modificar la actual terminal de Moncloa. Según el Ejecutivo regional, la estación se había quedado "muy pequeña", ya que cuando se inauguró en 1995 la utilizaban una media de 54.235 usuarios. Hoy pasan diariamente por ella una media de 90.000 pasajeros.
Las nuevas instalaciones que ahora comenzarán a construirse -un nuevo módulo de la estación, situado entre el Arco de la Victoria, el parque del Oeste y la sede de la Junta Municipal de Moncloa en la plaza de la Victoria- estarán distribuidas en tres niveles.
El superior albergará las 36 dársenas de autobuses (de las que 20 son nuevas), el inferior irá destinado al metro y un tercero intermedio será para permitir la conexión entre los dos medios de transporte. Serán casi 18.000 metros cuadrados de nueva construcción. Por la estación pasarán 55 líneas de autobuses interurbanos, 20 líneas de la EMT y las dos de metro (líneas 3 y 6). Según González, las nuevas instalaciones permitirán retirar del paso por la superficie unos 4.000 autobuses diarios.
El vicepresidente regional afirmó también que la nueva estación servirá para triplicar los viajeros que utilizan la estación. "Si ahora hay 50.000 usuarios de los autobuses, pasarán a ser 140.000", aseguró. En el metro, el cálculo es que los pasajeros pasen de 44.000 a 170.000.
Las obras contemplan, además de la reforma de la actual terminal, la construcción de un aparcamiento para uso exclusivo de la junta de distrito.
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