Hay que leer el libro de Mercedes de Pablos

He seguido la trayectoria de Mercedes de Pablos, singular periodista. No conozco ni a José María García Márquez, ni a Francisco Espinosa Maestre (firmantes en esta sección el 18 de enero). He leído La hoz y las flechas de Mercedes de Pablos, a quien debo reconocer y agradecer por habernos acercado un testimonio vital, el de Juan Gila Boza.

No abordé la lectura de esta obra como un legajo judicial, sino como un testimonio contra aquellos que pretenden expropiarnos la historia. Hay quienes pueden hurtar carteras, pero también somos muchos los que no vamos a permitir que nos roben la memoria. Hay que leer este libro, escrito desde la rigurosidad y sensibilidad de una mujer valiente y que a través de la voz de Juan Gila nos recuerda torturas, delaciones, persecuciones y horrores de un hombre de izquierda durante nuestra funesta Guerra Civil.

He aprendido a través de Mercedes de Pablos que el tren de la vida de Gila es un recordar sin rencor, aunque resulte paradójico, y un testimonio objetivo que los jóvenes -y todos- no debemos olvidar jamás, pues es el único instrumento que nos permitirá no repetir esa patraña de bombas, tiros y odios. Los convoco desde aquí a acercarse a "el camisas" como le llamaban, porque también es una forma de coexistir con él y muchas mujeres, aquéllas que en la Guerra Civil eran invisibles pero auténticas protagonistas de esos años, afrontados con pasión y seriedad.

Lamentablemente parece que hay personas en nuestra Andalucía a quienes aún le pesan como una losa esas 224 páginas donde Mercedes de Pablos nos da un revolcón por los mismos raíles que dieran la vida y el recorrido de Juan Gila, ese militante comunista, que concluye "éste ha sido un siglo muy malo pero muy bien aprovechado".

Al que le quepa el sayo que se lo ponga.