Karajan y la 'Sinfonía 38' de Mozart

Se cumple con los tres volúmenes de la semana próxima una de las características fundamentales de la colección dedicada a Mozart por EL PAÍS: la variedad de géneros, estilos y criterios interpretativos. Sinfonías por un lado, sonatas para piano por otro y, en fin, un grupo de obras con flauta en disposiciones que van del cuarteto al concierto con orquesta. Es algo intrínseco a Mozart, la atención a todo tipo de formas musicales, de instrumentos y de formaciones. El menú es equilibrado.

El plato fuerte, no obstante, llega ya con la entrega del lunes. Fuerte pero digestivo, no se alarmen, y ello es debido, claro, al cocinado de las versiones. Desde los fogones ofician nada menos que Herbert von Karajan en su momento vital más mozartiano y Rudolf Kempe, un director de extraña elegancia. Ninguno de ellos hace nouvelle cuisine ni nada parecido, pero los dos son cocineros-músicos de una enorme creatividad, sin salirse de lo estrictamente tradicional.

A Karajan se le asocia con mayor frecuencia con sus lecturas de Richard Strauss, Beethoven o el sinfonismo romántico tardío. Con la caza, ya que hoy se ha colado el símil gastronómico en estas líneas de presentación. Pero no hay que olvidar que el director más poderoso y popular del siglo XX nació en Salzburgo, y eso marca. Y sus interpretaciones de Mozart, especialmente las de sus años jóvenes, tienen una frescura, un impulso vital y una ligereza de trazo admirables. La Sinfonía número 38, integrada en la entrega del lunes, es un ejemplo de ello. No en vano procede de una grabación efectuada en septiembre de 1958 en la mítica sala Musikverein de Viena (la de los conciertos televisados de Año Nuevo) con la entonces extrordinaria orquesta Philharmonia de Londres. Además, se trata de una grabación inédita hasta ahora, pues se registró casi por casualidad en un par de días libres entre tomas de la Misa solemne, de Beethoven, a las órdenes del legendario Walter Legge. Se pensaba combinar en algún disco con otras obras y al final se quedó en agua de borrajas. Con lo cual, un toque de atención para los coleccionistas. De Salzburgo a Salzburgo, pues, con Mozart visto por Karajan, en una muestra histórica.

Como históricas son, en otro sentido, las direcciones del sajón Rudolf Kempe en las sinfonías 34 y 39 incorporadas en este registro. Deléitense, para hacer boca, con el minueto de esta última y observen la manera de frasear. Tan elegante, tan precisa, tan seductora. Digo el minueto, pero pueden escoger cualquier otro movimiento al azar. Las grabaciones son también de la década de los cincuenta con orquestas inglesas, y en todo el proceso de recuperación de los registros está detrás el sello Testament, del que también son Las bodas de Fígaro con Erich Kleiber de la semana pasada.

Pero, a lo que íbamos, que se enfría el plato del martes, con Ronald Brautigam al fortepiano y una selección de sonatas, la 11, conocida como Alla turca por su rondó del tercer movimiento, aunque el origen turco de este archipopular allegretto es bastante discutible, la 14 y la 16. Estamos en otro mundo, pues las interpretaciones están realizadas en un fortepiano construido por Paul Mc Nully en Amsterdam en 1992, según un modelo de Anton Walter de más o menos 1795. El intérprete alemán tiene grabadas las integrales para el teclado de Haydn y Mozart en el sello sueco Bis y está totalmente en lo que se conoce por "estilo historicista". La escucha de estas sonatas puede resultar una sorpresa para más de uno, dada su rigurosa calidad artística

El volumen más cercano al día del aniversario del nacimiento de Mozart -27 de enero- está dedicado a obras para flauta. Pertenece al estilo que la incisiva periodista valenciana Rosa Solá califica de "galante" y tiene en el Cuarteto en re mayor K285 la expresión de mayor madurez y belleza. La solista de flauta es la atractiva Sharon Bezaly, una de las máximas favoritas para ser elegida instrumentista del año durante estos días en el Classical Cannes Award. Toca una flauta de oro Muramatsu 24k. Los conciertos están grabados en la iglesia de Kaustinen en Finlandia en abril de 2005 y para el cuarteto se recupera un registro de 1999 en un palacio de Alemania. Como somelier-biógrafo, los tres capítulos de esta semana están a cargo de Arturo Reverter. Entre Robbins Landon y él estamos atrapados día a día con la vida y milagros del compositor salzburgués.