Dos exposiciones celebran los 60 años de actividad pictórica de Francesc Todó

Muchos de los personajes de aquella gauche divine que hizo célebre Barcelona en los años sesenta, se reunieron en la Sala Vinçon para la inauguración de Todó-Vinçon / 1994-2006, la exposición que celebra los 60 años de trayectoria del pintor Francesc Todó, que precisamente en ese espacio hizo su primera exhibición individual en 1946. La de ahora, que permanecerá abierta hasta el 11 de febrero, tiene carácter retrospectivo y se completa con una selección de una treintena de pinturas recientes que se muestran en la Sala Parés (Petritxol, 5) hasta el 5 febrero.

"Todó ha cultivado la amistad a lo largo de toda su vida y ha conseguido hacer amigos a través de su pintura. Sus obras establecen un flujo entre el artista y el espectador", afirmó un emocionado Josep Maria Castellet en la presentación del acto, que contó con la participación de Daniel Giralt-Miracle, Oriol Bohigas, Albert Ràfols Casamada y María Girona, entre otros. También estuvieron sus dos galeristas, Joan Gaspar, de la sala homónima, donde expuso hasta 1968, y Joan Anton Maragall, de la Sala Parés, donde presenta su obra con regularidad desde 1971.

"En los años sesenta, durante un tiempo, Todó constituyó una opción de modernidad, alternativa al informalismo, que tenía su referente en el realismo literario. Fue el centro de la apuesta por un arte comprometido, realista y moderno, con vocación de transformación social", afirmó el comisario de la exposición, Àlex Mitrani, que ha centrado su selección en las obras de este periodo. El recorrido, que se abre con una fotografía de Leopoldo Pomés de 1957, incluye una veintena de pinturas acompañadas por fragmentos de textos de la época, que le dedicaron, además de Castellet y Bohigas (autores con Cesáreo Rodríguez Aguilera de Tres ensayos polémicos sobre Todó), Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, Salvador Espriu, Pere Quart, Joan Perucho y Gabriel Ferrater, entre otros. La exposición incluye una pequeña sección documental, decorada con muebles de Miguel Milá, donde es posible hojear esta y otras publicaciones, que el comisario quiere recopilar en un libro.

"Soy un pintor liró, me gusta pintar elementos cotidianos, jarrones y flores, y paisajes construidos como si fueran bodegones", afirmó Todó, quien señaló que "no se trata de una antológica, sino de un resumen". Entre las obras, casi todas propiedad del propio artista, destaca Carrer Valseca, que sirvió de invitación para su segunda exposición en Vinçon en 1948.