La financiación y el término 'nación' tensan la negociación del Estatuto a pesar de los avances

La doble jornada maratoniana del Gobierno con los partidos catalanes sobre la reforma del Estatuto de Cataluña terminó sin un acuerdo global pero con significativos avances. La nueva referencia del término nación vinculada a Cataluña y la propuesta de financiación que presentó ayer el portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, fueron considerados insuficientes e inaceptables por CiU, ERC e ICV. "No hay acuerdo sobre el Estatuto", dijo el portavoz nacionalista, Josep Antoni Duran Lleida, que se mostró pesimista sobre las posibilidades de un pacto. El portavoz de ERC, Joan Puigcercós, que también estuvo crítico con la propuesta, puso, sin embargo, el acento en los acuerdos alcanzados en el capítulo de competencias, al igual que Iniciativa. Todo queda a merced de la respuesta de las fuerzas catalanas a la propuesta definitiva que el PSOE les trasladará mañana para intentar sellar un pacto el lunes.

PSC, CiU, ERC e ICV-EU han convocado para hoy a sus respectivas direcciones para analizar los acuerdos y desacuerdos de estos dos últimos días y decidir la estrategia a seguir. El Gobierno enviará mañana dos documentos: uno sobre el conjunto del articulado y otro sobre financiación que, según el PSOE, mejorará la propuesta. A partir de ahí, los partidos catalanes decidirán si hay margen para el acuerdo que los socialistas pretenden cerrar el próximo lunes. Por ello, los contactos bilaterales continuarán este fin de semana. Sólo el PSC se pronunciará hoy claramente a favor de secundar el texto negociado.

Ayer, el ecosocialista Joan Herrera resumió claramente el resultado de las negociaciones de estos dos últimos días: sí a las competencias, no a 'nación', y pendiente la financiación.

La negociación encalló avanzada la tarde, cuando el portavoz socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, planteó la redacción alternativa a 'nación' y financiación. En ambos casos se plantaron CiU, ERC e ICV. Respecto a 'nación', rechazan que este término no se incluya en el articulado y ni siquiera explícitamente en el preámbulo como expresión que define a Cataluña. Hubo dos propuestas socialistas, que reducen considerablemente el ideario nacionalista empleado en el proyecto aprobado en el Parlamento de Cataluña.

La primera de estas dos propuestas del PSOE señalaba: "Coherentemente con todo lo anterior, de modo natural, muchos ciudadanos y ciudadanas catalanas sienten a Cataluña como una nación y ese sentimiento democrático es plenamente compatible con la pertenencia a un Estado, cuya Constitución, en el artículo 2 establece los principios esenciales de unidad y autonomía". Esta redacción fue rechazada por considerarla "ofensiva" hacia el pueblo catalán, según el republicano Joan Puigcercós.

Ante esta manifestación, Rubalcaba presentó una alternativa en la que se eliminaba la expresión "muchos" y se limitaba a señalar: "Ciudadanos y ciudadanas catalanas sienten a Cataluña como una nación". Pero ni con ésas el portavoz socialista obtuvo el beneplácito de los partidos catalanes. Rubalcaba explicó que, con esta redacción -"impecablemente constitucional"- se pretende "más que definir, describir lo que existe en Cataluña". Puigcercós subrayó que ERC es la única formación que supedita su visto bueno al Estatuto a que en el articulado se defina a Cataluña como una nación.

Respecto al otro asunto clave, la financiación, el rechazo no fue tan contundente. El Gobierno planteó a los partidos aumentar hasta el 50% el porcentaje de los impuestos especiales y del IRPF cedidos a Cataluña. Pero mantuvo el 35% del IVA. La propuesta fija los principios de solidaridad y contempla un consorcio para gestionar el IRPF.

Aunque públicamente todos las formaciones, excepto el PSC, rechazaron este documento, un dirigente republicano reconoció que el PSOE no ha "querido quemar cartuchos" y se mostró convencido de que mejorará su próxima propuesta. "Hoy, CiU hubiera dicho que no a cualquier modelo de financiación", agregó.

En cambio, los significativos avances en el capítulo de competencias fueron aplaudidos por todas las formaciones, excepto CiU que exhibió su habitual pesimismo. Entre otras materias se traspasará la gestión de puertos y aeropuertos -por la vía del 150.2 de la Constitución-, los trenes de cercanías de Renfe o las pensiones no contributivas de la Seguridad Social. También se cerraron competencias tan significativas como inmigración -la Generalitat concederá los permisos de trabajo- o la inspección de Trabajo. Y en otros artículos tan sólo faltan algunos ajustes de redacción como en educación, justicia o convocatoria de referendos. Con los acuerdos alcanzados ayer, por tanto, el capítulo más voluminoso del Estatuto queda casi pactado en su totalidad.