Duscher repite la entrada con la que lesionó a Beckham
"¡Estoy muy cabreado, joder! Hay que tener mano izquierda e inteligencia [para arbitrar]". Joaquín Caparrós, técnico andaluz del Deportivo, se marchó al descanso indignado. Consideraba injusta la tarjeta roja que había visto poco antes su centrocampista Duscher por una entrada con los tacos por delante a Albiol. A apenas tres metros de distancia, el árbitro, Iturralde González, expulsó de inmediato al medio centro argentino.
Albiol se retiró a la banda para ser atendido, pero regresó pocos después al campo. La prueba que utilizó Caparrós para reprocharle al árbitro la expulsión: "¡Ves cómo le ha hecho nada!", le espetó. Sin considerar la imprudencia temeraria de este tipo de entradas. No es la primera vez. Ya en abril de 2002, con una acción parecida, Duscher lesionó al entonces interior derecho del Manchester United David Beckham, en la Liga de Campeones. Beckham se rompió el segundo metatarso del pie izquierdo, por lo que llegó al Mundial de Corea y Japón muy justo, sin apenas entrenamiento.
Claro que no sólo Duscher se había empleado con su dureza acostumbrada. También Carboni, que le abrió la ceja a Valerón de un codazo en la primera entrada del encuentro. La grapadora del médico del Depor se cerró varias veces sobre la ceja del media punta canario, que sangró aparatosamente. Y siguió sangrando a pesar de un esparadrapo hasta que le vendaron la cabeza como si llevara un turbante. Entre golpe y golpe, Valerón pareció un guerrero derrotado, hundido. "No he parado de sangrar y así no se puede", declaró a los micrófonos de Cuatro Valerón cuando lo retiró Caparrós (m. 70) después de que Carboni fuera a pedirle perdón.
Quique Flores le dio la capitanía a Fabio Aurelio, quizá como un intento sentimental para que acepte la oferta del club para renovar, cosa muy improbable. Quique renunció a la transición en su centro del campo. Y eso supuso que tanto Baraja como Aimar vieran buena parte del choque desde el banquillo. Lo que fastidió al seleccionador argentino, José Pekerman, que había viajado a Riazor para ver a Aimar. "Estamos esperando que entre un poco Pablo Aimar. Es un jugador muy importante para la selección argentina. Tengo mucha expectativa".
Aimar entró en la última media hora. E inmediatamente el Valencia aumentó su posesión y su dominio. Se sucedieron sus ocasiones. Pero Molina actuó a fondo y fue Sergio, recién salido, quien marcó de penalti y rompió una racha de seis partidos imbatida de la portería valencianista. El penalti, tras un leve agarrón de Carboni a Capdevila, indignó a los valencianistas. "Así te quitan el partido", dijo Quique. "O se pitan todos o no se pita ninguno", añadió Carboni.
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