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La querella de la pitonisa

La juez del juzgado de instrucción número 4 de Girona ha resuelto que Conchi, la pitonisa de la novela Soldados de Salamina, de Javier Cercas, es un personaje de ficción que no puede identificarse con una pitonisa de carne y hueso de Girona que se consideró atacada en su dignidad. El auto de la magistrada María Teresa Gonzalo advierte que la novela de Cercas no relata pasajes reales de la vida de la pitonisa gerundense y que no existió por parte del escritor ningún ánimo de ofenderla, puesto que ni tan siquiera se conocían. Es más, el propio escritor declaró ante la magistrada que consideraba al personaje de Conchi uno de los más tiernos y fundamentales de su historia. El juzgado recuerda que la única coincidencia entre la pitonisa de ficción y la real aparece en el momento en el que se cuenta que el nombre artístico de Conchi es Jasmine, y que trabaja en la televisión local. La querellante, Pilar Abel, tenía también ese nombre artístico y hace unos años aparecía en Televisió de Girona echando las cartas del tarot. Abel aseguró en su declaración que algunas personas la advirtieron de que "salía" en el libro de Cercas. Cuando finalmente lo leyó, unos años después de su publicación, se sintió lesionada en su dignidad por algunos comportamientos soeces del personaje. Dijo también que el vestuario de la Jasmine de ficción (minifaldas ajustadas y tacones de aguja) coincidía con el suyo, coincidencia que hacía extensible al "pelo oxigenado". El autor de Relatos reales se vio obligado a acudir a los juzgados a causa de esta querella, en la que se le reclamaban 600.000 euros en concepto de indemnización.

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