Lesbianas, gays, esfínteres

El corpus audiovisual de series de homosexuales crece día a día. Esta semana ha sido noticia el estreno de L (Canal +), visión esteticista, con erotismo-anzuelo y guiones que no renuncian a retratar la crueldad sentimental, de un grupo inverosímil de atractivas lesbianas de Los Ángeles. Los estereotipos, sin embargo, no son muy distintos a los de otras series heterosexuales: la depredadora, la insegura, la convencional, la falsa. En uno de los capítulos suena Un año de amor, interpretada por Luz Casal. Más homofilia audiovisual: Angels in America (Digital +), adaptación televisiva de la obra de Tony Kushner. Dirigida por Mike Nichols e interpretada por Al Pacino, Meryl Streep y Jeffrey Wright, la serie cuenta la trágica historia de un grupo de gays azotados por la peste del sida en la Nueva York de los tiempos de Reagan. A ratos, los diálogos abusan de petulancia intelectualoide y a los efectos especiales que ilustran las alucinaciones causadas por el tratamiento se les va un poco la olla. La atmósfera cargada de catastrofismo milenarista (superado por la realidad) y las ráfagas de compasión, en cambio, merecen los premios recibidos por esta producción. Otra serie normalizadora: Queer as folk. Un grupo de gays londinenses (el depredador, el inseguro, el destructivo) arrastrados por la vorágine promiscua se divierten, todo contado con realismo y frivolidad, una mezcla que ha sido muy imitada.

Y hablando de imitaciones: se estrenó Sábado noche (TVE-1), imitación de Noche de fiesta, aunque con menos furor hormonal. La obviedad del título se traslada a los contenidos: ballet, magia, canción, humor, concursos. ¿Novedades? Una sección fija sobre la copla para que Isabel Pantoja pueda lucirse, nostalgia musical por un tubo y un susto mentalista de Anthony Blake, que atrapó con los dientes una bala disparada por una pistola cómplice. Fue un momento tenso. Menos mal que, al empezar la noche, uno de los presentadores, Josema Yuste, nos había enseñado algo: "El humor relaja los esfínteres". Bueno es saberlo.