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Entrevista:TRINIDAD JIMÉNEZ | Portavoz municipal del PSOE

"Los madrileños no olvidarán el estrés, aunque acaben las obras"

Trinidad Jiménez (Málaga, 1962) tiene en la mesa de su despacho un viejo globo terráqueo, junto a la ventana unas piedras talladas por el ex presidente Felipe González y, entre los estantes de libros, un ejemplar del proyecto de Estatuto catalán -que no le gusta-, regalo de Pasqual Maragall. También una planta trepadora que se trajo al Ayuntamiento cuando llegó, en junio de 2003, y que ahora alcanza el techo. Ella, dice, también ha crecido como jefa de la oposición en estos 30 meses. Sugiere, aunque no lo afirma, que se quedaría otros cuatro años; en el Gobierno o, de nuevo, enfrente: "Madrid es lo que más me ilusiona".

Pregunta. En estos dos años y medio, uno de los ejes principales de su labor de oposición a Alberto Ruiz-Gallardón ha sido la denuncia del "caos" y las molestias causadas por las obras. Si el gobierno municipal las termina a tiempo, ¿el PSOE perderá argumentos ante la campaña electoral de 2007?

¿Candidata a la alcaldía o ministra? "Creo que no debo pronunciarme, pero lo que más me ilusiona es Madrid"
"El caos circulatorio existe y seguirá existiendo. Además, es imposible que la obra de la M-30 se acabe en 2007"
"No soy partidaria de castigar a los dueños de casas vacías. La mayoría son pequeños ahorradores"
¿Aprueba la ordenanza de Barcelona? "No me parece justo penalizar a las prostitutas y las personas sin hogar"
"De cada 100 euros, 26 van a pagar la M-30. Mientras, parte del dinero para políticas sociales está sin gastar"
"Yo no estoy en contra de las obras, sino de la mala planificación. Lo que falta es el reequilibrio de la ciudad"

Respuesta. No, en absoluto. Porque el caos circulatorio existe y seguirá existiendo. Nosotros nos hacemos eco de las quejas de los ciudadanos. Yo no quiero convertir las molestias por las obras en el asunto madrileño, pero tengo la obligación de denunciarlo. Si acaban las obras, me parecerá bien, porque beneficiará a la ciudad. Pero, aunque las obras vayan acabando y las molestias remitan, el grado de incomodidad y estrés que ha existido en este mandato ha sido tal que a los ciudadanos no se les va a olvidar tan fácilmente.

P. Dice que el caos circulatorio seguirá. Si el problema son las obras, ¿terminada la obra no se termina el problema?

R. No, yo creo que no. Primero, no creo que todas estén terminadas antes de las elecciones. La obra de la M-30 no se va a terminar en su totalidad, es imposible. Las molestias van a continuar, y los que las han sufrido se van a acordar. Los daños medioambientales son ya irreversibles: ha desaparecido el 5% de la superficie verde, se han talado 20.000 árboles. Y a quien le han cortado toda una arboleda o ha sufrido problemas de salud por las obras le da igual que terminen. Esas personas no van a olvidar la angustia y el estrés.

P. ¿Deberían haberse puesto de acuerdo las tres administraciones para coordinar sus obras?

R. Sí, lo hemos reclamado siempre. Una coordinación estrecha entre las tres administraciones era absolutamente imprescindible. Hay 76 grandes obras en marcha, y sólo dos son del Estado. El 80% son municipales. Pero teníamos que habernos puesto de acuerdo.

P. En su programa electoral proponía una reforma de la M-30 para crear un paseo peatonal en el tramo del río y "devolvérselo a los madrileños". Usted habló de "reconvertir la M-30 en un bulevar". ¿Qué diferencia hay con la obra que está haciendo Gallardón y que ustedes critican?

R. La gran diferencia es que nosotros sí queríamos hacer una apuesta por el transporte público, por el peatón. Nuestra idea era abrir ese cinturón de hormigón que es la M-30, esponjar el tráfico. Es verdad que queríamos hacer un gran bulevar. Y soterrar la vía en ciertos puntos, aunque no en ese tramo. Pero Gallardón ha planificado ocho túneles [en toda la vía] y amplía los carriles: lo que va a conseguir es aumentar la capacidad de entrada de coches y congestionar aún más el tráfico.

P. ¿Cómo se haría un bulevar sin soterrar la carretera? ¿Ralentizando el tráfico?

R. No era exactamente ralentizarlo, sino esponjarlo, desviarlo por otras zonas de la ciudad.

P. ¿Falta todavía alguna obra por hacer en Madrid?

R. Una gran ciudad, una ciudad viva, puede estar realizando obras sin que eso sea un drama. Yo no estoy en contra de las obras, sino de la mala planificación. Pero creo que Madrid es una ciudad bastante terminada. Lo que falta es lograr el reequilibrio interior.

P. ¿Cómo se hace?

R. Instalando, sobre todo en los distritos del sur, centros culturales y tecnológicos, escuelas infantiles, escuelas de música... Habrá quien diga: esas actuaciones significan poco a la hora de definir una ciudad. Pero significan mucho para los ciudadanos. Gallardón se ha olvidado de la gente, de sus preocupaciones cotidianas, de sus sentimientos más íntimos. De eso también se debe ocupar un alcalde.

P. Ha abierto su despacho a los vecinos. ¿Cuáles son sus quejas?

R. Sobre todo, la vivienda. Y en este último año todo lo relacionado con las obras, como los problemas de los discapacitados que no pueden moverse por la ciudad.

P. ¿Deben pagar más IBI los propietarios de viviendas vacías?

R. Yo creo que es mejor dar seguridad jurídica e incentivos fiscales a quien pone una casa en alquiler, no castigar a quien la tiene vacía. La mayoría son pequeños ahorradores, no grandes especuladores. Los incentivos fiscales harían que muchas viviendas salieran al mercado.

P. ¿Y si eso no fuera suficiente?

R. Es que yo no me pondría en esa fase hasta no haber agotado los incentivos. Es mucho más eficaz incentivar que penalizar. A quien tiene un gran parque de viviendas para especular le da igual que le suban el IBI.

P. La Ley de Capitalidad no prevé más ingresos para Madrid. Usted aspira a ser alcaldesa. ¿Está satisfecha con ese proyecto?

R. Esa ley recoge por primera vez el concepto de capitalidad, mejora de manera notable la coordinación de las tres administraciones e introduce la participación del Ayuntamiento en Renfe y Barajas. Todo eso va a mejorar la gestión. Es verdad que no aborda la financiación. Pero los problemas de financiación que tiene Madrid los tienen todos los municipios de España. Hay que abordarlos en una nueva ley de financiación municipal, para todos.

P. En el seno de esa ley, ¿Madrid merece un trato diferenciado?

R. Sí, debe tenerlo. Y lo va a tener, está previsto.

P. ¿Los recursos del Ayuntamiento son suficientes para atender las necesidades de los madrileños sin subir impuestos?

R. El nivel de presión fiscal es más que suficiente. En este momento, los madrileños son los ciudadanos que más pagan a su Ayuntamiento.

P. Pero el IBI, que es el principal impuesto municipal, está entre los más bajos de España...

R. Hemos hecho un estudio y, sumado todo, entre impuestos y tasas, precios de instalaciones deportivas, parquímetros, multas de tráfico... Madrid es la ciudad con la fiscalidad más alta.

P. ¿Incluyen las multas de tráfico en la fiscalidad?

R. Sí, porque todo tiene que ver con la recaudación. Gallardón lo ha subido todo de forma desorbitada en tres años. Y nuestra mayor crítica es la forma en la que se gasta ese dinero: de cada 100 euros, 26 se gastan en la M-30. Mientras, una parte importante del presupuesto destinado a políticas sociales el año pasado no se ha gastado.

P. ¿Extendería las restricciones al tráfico privado impuestas en algunas zonas del centro?

R. Sí, pero no quiero adelantar a qué zonas. Hay que encargar ese estudio a un grupo de expertos. Gallardón lo ha hecho sin ninguna planificación, sin acordarlo con comerciantes y vecinos.

P. ¿Seguridad Social para las prostitutas o penalización de la prostitución?

R. Ni una cosa ni otra, por el momento. Hay que empezar luchando contra las mafias. Gallardón lo que ha hecho es desplazar a las prostitutas de unas zonas a otras de la ciudad.

P. ¿Está de acuerdo con la ordenanza contra actos incívicos aprobada por Barcelona y que sanciona, en ciertos casos, a prostitutas y mendigos?

R. No soy partidaria de penalizar a los sectores más desprotegidos. Las prostitutas y las personas sin hogar son sectores muy desprotegidos. Penalizar esa situación ya trágica no me parece lo más justo.

P. ¿Somos cívicos los madrileños?

R. Sí, el madrileño es muy abierto, tolerante, respetuoso e integrador. En lo único en lo que quizás no somos los primeros es en el respeto de las normas de circulación. Hay mucha indisciplina vial.

P. ¿Subir las multas de tráfico es una forma de combatirla?

R. No, lo que hay que hacer es garantizar que se cumplen las normas. Impedir que se ocupe el carril-bus, la doble fila. Ha habido laxitud por parte del gobierno municipal a la hora de hacer cumplir las normas vigentes.

P. ¿Madrid 2016 o 2020?

R. No estoy segura. Antes de tomar una decisión tenemos que saber cuáles son nuestras posibilidades reales para ser sede de los Juegos Olímpicos, ver qué otros candidatos se presentan... Pero Madrid tiene que seguir aprovechando el proyecto olímpico: terminar las instalaciones y potenciar el deporte de base. No dejar el proyecto olímpico en suspenso.

P. Como miembro de la ejecutiva federal del PSOE, ¿le gusta el proyecto de Estatuto que aprobó el Parlamento de Cataluña?

R. El que aprobó el Parlamento... No. La definición de Cataluña como nación se tiene que revisar, algunas competencias son absolutamente inaceptables, la bilateralidad también, la transferencia de impuestos estatales tampoco se puede aceptar. Pero es un proyecto y como tal se está negociando.

P. ¿Teme que la polémica por el Estatuto haga perder votos al PSOE en las elecciones más cercanas, las municipales y autonómicas de 2007?

R. No lo creo. Evidentemente, en el momento de mayor intensidad las encuestas reflejan un estado de opinión. Pero no creo que eso, que es producto de la coyuntura, tenga efecto directo en unas elecciones que tienen que ver con la gestión de una ciudad.

P. Lo suyo fue siempre la política internacional. ¿Se siente enjaulada en el ámbito local?

R. ¡En absoluto! A mí me encanta la política municipal. Para ser más clara: lo que más me ilusiona es Madrid.

P. Si su partido le dejara elegir, ¿preferiría ser de nuevo candidata a la alcaldía o ministra en un Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero?

R. Yo, en política, nunca me he expresado en función de deseo personal. Y porque tengo un enorme respeto y una enorme ilusión por lo que estoy haciendo, creo que no debería pronunciarme. Pero pienso que ya lo he dicho todo cuando digo que lo que más me ilusiona es Madrid.

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