"Yo sí os echaré en falta"
Eto'o, máximo goleador de la Liga, se despide hoy del Camp Nou para disputar la Copa de África
Al equipo récord de Frank Rijkaard, infalible hasta el momento (16 victorias consecutivas), le queda todavía una dura prueba a la que sometese: ¿sabrá sobreponerse a la ausencia de Eto'o? El delantero camerunés se despide hoy del Camp Nou por unos días para competir en la Copa de África y la hinchada azulgrana, muy bien acostumbrada al juego del equipo y a los goles del ariete y pichichi del campeonato (18 goles, 9 en casa y 9 en campo contrario), está expectante por conocer el alcance de su ausencia, por mucho que Larsson y Maxi vayan a ser bien recibidos.
"Le echaremos de menos", sentencia el propio entrenador, Frank Rijkaard. Le sobran razones. "Tiene calidad, trabaja mucho y mete goles", concluye el técnico. "Me voy, pero es un hasta luego. Tranquilos, que vuelvo", replica Eto'o. No se quería ir, y trató de negociar la manera de compaginar la Copa de África y los partidos con el Barça, pero le convencieron de que era una locura. Así que hoy se despide el mejor jugador africano: "Primero, espero ganar el partido; luego, si es posible, meteré un gol, Pero eso sólo Dios sabe si podré"
El Barça asume que deberá cambiar los automatismos de juego con Larsson y Maxi
"Eto'o es insustituible porque es incomparable", resume Larsson. Llamado a ser el recambio del camerunés a partir del próximo martes, el delantero sueco, que abandonará el Barcelona a final de temporada, garantiza goles (dos en la Liga, dos en la Copa y uno en Europa), pero a nadie escapa que su presencia exige arreglos en la manera de jugar. "Los dos son buenos jugadores, pero sus características son diferentes", certifica Ronaldinho "A Samuel le tienes que jugar en largo, porque trabaja más los espacios", precisa, "mientras que Larsson recibe normalmente de espaldas a la defensa". La salida del balón será diferente. "Con Larsson tendremos el recurso de jugar balones aéreos desde la defensa", explica Edmilson. Ronaldinho es el mayor pasador del equipo -suma siete asistencias- y sirvió a Eto'o su último gol en Montjuïc. Ronnie y Samu, como les llaman en el vestuario, capitalizan los goles (el 62% del equipo en la Liga) y el tirón mediático de un grupo entregado. "Sabes que cualquier de ellos pueden darle la vuelta al partido", comenta Valdés. "A Eto'o le ves poco durante la semana", comenta uno de los los auxiliares del equipo. "En el vestuario está tranquilo, ojea revistas de coches, France Football, catálogos de moda y joyas, bromea mientras se da masajes; lo justo".
Eto'o ha instado al Barça a que le busque a un fisioterapeuta que le acompañe a Egipto durante la Copa de Africa, con el objetivo de mantener unos hábitos de trabajo que le permitan acusar lo más mínimo su estancia en la selección, donde piensa mantener el sistema de entrenamientos del Barça. "Es muy tranquilo, hay días que pasa desapercibido", confirma otro miembro del vestuario. "Cuando huele el partido se transforma".
Ni vestido como un galán se quita la piel de humilde. Da igual que pague 1.800 euros por un traje de Gucci en Miami para recoger en Zúrich el premio de la FIFA como segundo mejor jugador del año. No olvida de donde viene. "Yo jugué descalzo, hermano", recuerda. "La humildad, el trabajo... No nos creemos mejor que nadie." Y remacha: "El Barça no va a notar diferencia, yo sí. Desde el martes a mi alrededor solo veré negros". El Barcelona aspira a no extrañar sus goles en los próximos seis partidos: Alavés, Mallorca, Atlético y la eliminatoria de cuartos de la Copa y, si se clasifica, la ida de semifinales. Luego ya dependerá de la suerte de Camerún.
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