Los estafadores se ceban en la desgracia

Santa Coloma de Gramenet no gana últimamente para sustos. Ayer al mediodía, una nueva fuga de gas, que al final no tuvo consecuencias, puso en alerta a unos vecinos ya atemorizados por la explosión del día anterior. El incidente se produjo a escasos 500 metros de la Rambla del Fondo, en la calle Torras i Bages. Un trabajador de una obra reventó con su excavadora una tubería de gas. Cinco unidades de los bomberos se desplazaron rápidamente a la zona y evacuaron a unos 20 vecinos de tres inmuebles.

Mientras tanto, dos hombres y una mujer aprovechaban la desgracia ajena para hacer su agosto. Los tres presuntos estafadores, dos ciudadanos de Barcelona y uno de Santa Coloma de Gramenet, se dedicaron a visitar puerta por puerta a los vecinos de los alrededores de la Rambla del Fondo. Una vez allí, obligaban a sus víctimas -especialmente ancianos- a hacer una revisión de gas. Según explicó un portavoz de la Policía Local del municipio, apremiababan a la víctima del timo aduciendo el riesgo que corría en caso de que se produjera un nuevo incidente. Los falsos operarios apenas hacían una pequeña reparación para justificar su asistencia, como cambiar un cable. Por tan nimia tarea obligaban a los vecinos a pagar unos 100 euros.

El mismo portavoz explicó que las tres personas son propietarias de una empresa de revisión del gas legalmente constituida, pero que ya había recibido denuncias en diversas oficinas de información al consumidor. Además, una de las tres personas implicadas en la presutna estafa tenía antecedentes penales.

Sin embargo, el intento de estafa se descubrió rápidamente. Cinco vecinos presentaron una denuncia ante la Policía Local, que pilló en flagrante a los intrépidos empresarios en un piso de la calle de Mozart. Los detuvieron allí mismo. Los vecinos, que se habían enterado de la estafa, insultaron a las tres personas, que tuvieron que ser protegidas por los agentes para acceder al vehículo.

En una mañana de trabajo, explicó el portavoz, las tres personas podrían haberse repartido un botín "de unos 500 euros".