Una orden de 1987 obliga a los militares a atender en la lengua de cada autonomía
Una carta del subsecretario al jefe de la cúpula militar insta a usar "siempre el castellano"
Los ciudadanos residentes en comunidades autónomas con lengua propia tienen derecho a que la Administración militar les atienda, "a su elección, en castellano o en la lengua de la comunidad". Así lo dispone una orden de 1987 del entonces ministro de Defensa, Narcís Serra, todavía en vigor. Al socaire de la polémica sobre la reforma del Estatuto de Cataluña, el subsecretario de Defensa, Justo Zambrana, ha dirigido una carta al jefe de la cúpula militar en la que dice que "en todos los actos, actividades y relaciones de servicio se utilizará siempre el castellano".
El uso de las lenguas propias de las comunidades autónomas fue uno de los temas abordados por el hasta ahora jefe de la Fuerza Terrestre, el teniente general José María Mena, en su polémico discurso de la Pascua Militar, que le costó el cese y ocho días de arresto domiciliario. El mando militar aseguró que, si se exigía el conocimiento de dichas lenguas, las Fuerzas Armadas deberían regular los destinos en Cataluña, Galicia o el País Vasco basándose en la voluntariedad, "de la misma forma que ahora se regulan los destinos en el extranjero".
El jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, pidió aclaraciones sobre este problema al subsecretario de Defensa, Justo Zambrana, quien le remitió una carta, publicada ayer por El Mundo, en la que asegura que "el uso de un solo idioma en los ejércitos de España es un instrumento de insustituible valor para el funcionamiento homogéneo, uniforme y unívoco de las unidades militares" y que "el criterio en vigor sobre el uso de la lengua oficial en el ámbito de los Ejércitos y la Armada es que en todos los actos, actividades y relaciones de servicio se utilizará siempre el castellano".
Documentos válidos
La carta del subsecretario no es una orden, sino que tiene carácter aclaratorio. En realidad, sin embargo, no aclara mucho, sino más bien al contrario; pues no diferencia con nitidez las comunicaciones internas de las Fuerzas Armadas de sus relaciones con la sociedad.
La misiva habla, por ejemplo, de "actos", sin especificar si se trata de actos internos o abiertos al público. Mucho más clara es la orden ministerial que el 17 de junio de 1987 dictó el entonces titular de Defensa, Narcís Serra, y que se encuentra plenamente en vigor, según las fuentes consultadas.
Esta orden señala, en la línea de la carta de Zambrana, que "en todos los actos y relaciones de servicio en el seno de las Fuerzas Armadas se utilizará siempre el castellano, cualesquiera que sean los destinatarios de las órdenes, comunicaciones y comunidad autónoma en la cual se realicen".
Sin embargo, también dice, y este punto no figura en la carta del subsecretario, que "en el caso de relaciones verbales entre particulares y centros o dependencias de la Administración Militar con sede en una comunidad autónoma con lengua propia, los primeros serán atendidos, a su elección, en castellano o en la lengua de su comunidad".
Sólo "excepcionalmente, y atendiendo al grado de dificultad de la consulta", agrega la orden, "el representante de la Administración Militar podrá solicitar de quien la realice su colaboración para formularla por escrito, poniendo a su disposición los medios para ello".
Los documentos, escritos o certificaciones presentados en la lengua propia de la comunidad, añade la orden, "tendrán plena validez y eficacia", por lo que serán admitidos en los expedientes administrativos. Si la consulta debe resolverse fuera de dicha comunidad autónoma, o los documentos tener efecto fuera de la misma, "de oficio se procederá a su traducción". La orden obliga también a consignar los nombres y apellidos en la lengua en que lo solicite el interesado y a respetar la toponimia en la lengua oficial de la comunidad.
La orden se dictó cuando aún existía el servicio militar obligatorio. En los últimos años, con el objetivo de captar soldados profesionales, Defensa ha realizado campañas publicitarias en catalán, euskera y gallego, la última con motivo del pasado 12 de octubre.
Ayer, tras difundirse la carta del subsecretario, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) preguntó en el Congreso si se prohibirá a los militares "hablar, leer o escribir en una lengua distinta al castellano".
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