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1.200 alumnos dejan de asistir a clase en Elche en solidaridad con sus compañeros discapacitados

Las madres cubren el vacío de personal para los 10 estudiantes de educación especial

Los 1.200 estudiantes del IES Misteri d'Elx no asistieron ayer a clase en protesta por la falta de profesores para sus diez compañeros de educación especial. La protesta solidaria de los escolares partió de sus madres y padres. Otros 200 alumnos del colectivo de educación especial en Alicante tienen el mismo problema. La Federación de Padres de Alumnos Enric Valor anuncia movilizaciones si la Consejería de Educación no resuelve las carencias.

Tal y como se aprobó en una asamblea de padres, los 1.200 estudiantes del IES Misteri d'Elx no asistieron ayer a clase en protesta por la falta de personal, sobre todo para los alumnos de educación especial, que llevan desde que comenzó el curso sin los educadores necesarios para poder ser atendidos y seguir así las lecciones con normalidad. La asamblea de padres, a la que acudieron más de 300, respaldó la iniciativa como ejemplo de solidaridad del centro con los compañeros de educación especial y también como protesta por la falta de conserjes.

Los diez estudiantes ilicitanos que necesitan ser atendidos por estos educadores tienen entre 16 y 20 años de edad. La mayoría padece parálisis cerebral, lo que les ocasiona distintos problemas de movilidad, pero no les impide asistir a clase y seguir los estudios, siempre que cuenten con ayuda para realizar acciones tan simples como desplazarse por el centro o pasar las hojas del libro o el cuaderno. La ley y el Estatuto del Discapacitado obligan a que la Administración competente disponga de los medios necesarios para que estos alumnos puedan acudir a clase y seguir su desarrollo con normalidad.

En este instituto ilicitano, los estudiantes en esta situación siguen el curso gracias al sacrificio de sus familias, que han establecido turnos para ayudarles. Las madres los cambian de clase cada 50 minutos; los suben y bajan a las aulas; les dan el almuerzo en el recreo; los llevan al baño; e, incluso, les conectan el ordenador o el teclado en clase de informática, y acoplan los accesorios que haga falta para que ellos puedan seguir la lección.

Las madres entran al centro para realizar esta tarea autorizadas por la dirección territorial de Educación. Es un trabajo que los padres realizan sabiendo que no están cualificados para ello, y se juegan sus empleos por las faltas continuas. Esta situación afecta a sus vidas y sus otros hijos.

El presidente del APA del centro, Manuel Rodríguez, resaltó el desánimo "ante las continuas promesas incumplidas de la Consejería de Educación". El instituto se sumará a las movilizaciones que se realizarán en toda la provincia de Alicante, porque este centro no es el único que tiene problemas para impartir las clases con los estudiantes con necesidades especiales.

La Consejería de Educación argumenta que la sustitución de estos educadores sigue un trámite diferente y que por ello se producen retrasos. Los nombramientos de personal no docente deben hacerse a través de Educación, pero Hacienda debe dar el visto bueno y la Consejería de Administración Pública hacer efectivo el nombramiento.

En esta misma situación no están sólo los diez estudiantes de Elche. La presidenta de la Federación Local de Asociación de Madres y Padres de Alumnos, Blanca González, explicó que en toda la provincia hay al menos 200 estudiantes de educación especial afectados por la falta de esta ayuda profesional. González dijo que "no es un caso aislado y es vergonzoso que mientras hay dinero para todo, siempre falta para estas necesidades que son básicas". La Federación Provincial de Asociaciones de Padres Enric Valor se va a coordinar con todos los centros donde se dan estos problemas para emprender medidas de presión conjuntas. Ha solicitado ya el apoyo del alcalde de Elche y presidente del PSPV, Diego Macià, e incluso ha llevado el caso al Síndic de Greuges. Hay madres, además, que se plantean llevar a la dirección territorial de Educación ante la Inspección de Trabajo, ya que consideran que las tienen trabajando "sin contrato", al tener ellas que atender a sus hijos en el centro por la falta de educadores.

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