La Guardia Civil apunta a que el asalto a la casa de Canals fue hecho por encargo

Los dos atracadores que resultaron muertos en el asalto al chalé de la familia Ramírez-Ferri en Canals el pasado día 4 vinieron desde Madrid para ejecutar el golpe. Esa es una de las líneas de investigación con más peso que sigue la Guardia Civil tras identificar el pasado lunes a las dos víctimas. Por ello, según fuentes de la investigación, la hipótesis principal es que el atraco fue un trabajo por encargo, en el que participaron ocho o nueve personas, probablemente un máximo de cuatro irían armadas, buscaban algo concreto y sabían que la casa estaba ocupada.

La policía colombiana recibió en la noche del pasado lunes una petición de información sobre los dos colombianos que murieron en el asalto a la finca de los Ramírez-Ferri en Canals por disparos de su dueño. Además, la Guardia Civil ha solicitado también datos a la Interpol y a Europol. Todo ello para agilizar los trámites que permitan despejar quiénes eran las víctimas, a las que ayer Ramírez dijo no conocer de nada. Sólo de una de ellas existe una referencia: una orden de expulsión por estancia ilegal en España. Sin embargo, la Guardia Civil, según fuentes de la investigación, tiene claro que ambos atracadores fallecidos se desplazaron a Canals expresamente para ejecutar el golpe, que no estaban residiendo ni lo habían hecho antes en Valencia. Eso hace que la hipótesis principal, según las mismas fuentes, sea la de que el atraco fuera un trabajo hecho por encargo.

De los ocho o nueve atracadores (Beatriz Ferri, dueña de la casa y esposa del único imputado por la muerte de los atracadores, Francisco Ramírez, es la que sostiene la existencia de una novena persona), parece claro para la Guardia Civil que sólo un máximo de cuatro portaban armas de fuego y que no más de tres dirigían la operación y tenían experiencia en este tipo de asaltos. Además, desde la investigación se sostiene que los atracadores sabían que la casa estaba ocupada y además las personas que se iban a encontrar, que tenían como objetivo claro la amenaza a los dueños y que buscaban algo concreto. Los asaltantes conocían la casa, sabían de la existencia de la caja fuerte y sospechaban de un botín.

La Guardia Civil trabaja para despejar quién facilitó información a los atracadores, quién organizó el golpe y qué buscaban. La posibilidad de que alguien filtrara que en la finca había una importante cantidad de dinero procedente de un pre-acuerdo de venta de la misma se desvanece dado que no hay pruebas de la existencia de ese acuerdo siquiera. ¿Qué importante cantidad de dinero podía haber en la casa y de dónde procedía para justificar un asalto con armas en el que previsiblemente podía haber víctimas? La información sobre los atracadores fallecidos será capital.

Ayer declararon en calidad de testigos ante la juez de Xàtiva que lleva el caso la dueña de la finca, Beatriz Ferri, el guardés, Ramón Vila, su hijo y su esposa.