Conversos al islam
Un hombre español y una mujer inglesa conversos al islam están relacionados con dos de los detenidos ayer. En el primer piso del número 52 de la calle Lepanto vivía desde hacía seis años Mohamed Mrabet Fahsi, originario de Tánger, y casado con una inglesa. La mujer se había convertido al islamismo y siempre vestía túnica y chador, al igual que sus tres hijos, de 2, 3 y 5 años. "Quítamelo que me molesta", se quejaba la hija mayor estirándose el pañuelo, recuerda una vecina.
Hace seis meses la mujer abandonó la vivienda junto a los menores y regresó a su país. Desde entonces, el piso siempre estaba lleno de visitas, mañana, tarde y noche, explican los vecinos.
Uno de los visitantes más asiduos era el imán. "Debían de ir a rezar", comentó ayer la propietaria de otro inmueble. A Mohamed se le conocía como el carnicero, porque tenía un comercio a pocos metros de su vivienda, en la calle Pare Garí. Hace apenas unos meses abrió también un local de comida preparada. Según algunas personas próximas, tiempo atrás se había dedicado a la venta de coches de lujo que importaba de Alemania. "Una amiga mía le compró uno", aseguró una mujer.
Otros dos detenidos son Fatima Hssisni y Francisco Ródenas, de 42 y 43 años respectivamente. Fatima nació en Tánger y su marido, natural de Jaén, también era musulmán practicante. Hacía seis meses que se habían instalado en Sant Boi de Llobregat tras vender un piso de su propiedad de 95 metros cuadrados que tenían en la vecina localidad de Castelldefels desde hacía 20 años. "Lo vendió porque decía que estaba cansada de pagar la hipoteca", explicó ayer su padre.
Según dijeron los agentes de policía al padre de la detenida, su hija era sospechosa a causa de los comentarios que hizo en conversaciones telefónicas interceptadas. De su casa se llevaron gran cantidad de documentación. "Quiero saber si mi hija es buena o mala", se lamentaba ayer el padre.
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