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El Tribunal de la UE ratifica las compensaciones a los pasajeros por cancelación de vuelos

Una sentencia del Tribunal Europeo de Justicia dio ayer la razón a los viajeros y confirmó su derecho a que las aerolíneas les compensen en caso de que sus vuelos se retrasen o cancelen. El dictamen de la Corte se produce después de que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y la de aerolíneas europeas de bajo coste (ELFAA) recurrieran el reglamento europeo en vigor desde el pasado febrero, que obliga a las compañías a correr con los gastos de comida, alojamiento y teléfono de los pasajeros que se vean afectados por demoras o cancelaciones. De acuerdo con la sentencia emitida ayer en Luxemburgo, en caso de que un vuelo se cancele, la aerolínea deberá ofrecer al pasajero la posibilidad de elegir entre el reembolso del billete o un transporte alternativo. Los viajeros deberán recibir además una compensación económica de entre 250 y 600 euros, en función del tipo de vuelo, así como el importe de las comidas, estancia en un hotel y, de ser necesarias, las llamadas telefónicas.

Estas medidas pretenden poner fin a la práctica conocida como overbooking, mediante la cual las compañías aéreas venden un número de billetes superior a los asientos del avión. El Tribunal Europeo establece además que cuando un vuelo sufra un retraso de más de cinco horas, el pasajero tendrá derecho a que le reembolsen el importe del billete.

Mientras la Comisión Europea consideró la sentencia "una buena noticia para los pasajeros, que disfrutan ahora de unos derechos más fuertes de los que tenían", las aerolíneas consideraron ayer de "absurda" la decisión del tribunal y consideraron que acarreará pérdidas millonarias. "Penalizar a las aerolíneas creará un sobrecoste de 700 millones de dólares que deberán ser recuperados", declaró ayer el consejero delegado de IATA, Giovanni Bisignani. Para esta asociación, que agrupa a 270 compañías aéreas que transportan al 98% de los pasajeros de líneas regulares del mundo, el reglamento europeo responsabiliza a las compañías por cuestiones que escapan a su control y que tienen más que ver con otros factores como los climatológicos o las huelgas de controladores aéreos.

IATA y la asociación de las aerolíneas de bajo coste impugnaron en 2004 el reglamento europeo que contempla estas compensaciones ante la justicia británica, que planteó la cuestión al Tribunal de Luxemburgo. Las empresas aéreas alegan que la normativa europea vulnera la legislación internacional sobre la materia, en particular, la Convención de Montreal.

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