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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Endocrinos

Hace muchos años, Juan José Millás se acordó de la endocrinología cuando escribió una columna que llamó Progreso, en la que contaba que al Dr. Starling le fueron reveladas las hormonas en 1905, como un resplandor en lo alto de un árbol. Starling comunicó la buena nueva a la comunidad científica y al poco tiempo, contaba Millás, florecieron los templos dedicados al culto no ya de la hormona en general, sino de la testosterona, el estrógeno y otros muchos fluidos glandulares a los que el fervor endocrinológico erigió altares por doquier. También que, poco después, tuvo lugar la aparición del anticristo de la hormona en forma de gen. Mucho antes de eso y desde entonces leo todas las semanas las columnas de Millás, ejemplos de inteligencia, compromiso y ternura. La última, el día 6 de enero, titulada Endocrinos, en la que recomienda a los analistas políticos estudiar endocrinología porque proporciona una visión global del funcionamiento del cuerpo. Además, añade, a los endocrinos da gusto oírlos. El gusto es mutuo. Para mí fue un bonito regalo de Reyes.

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