A Molina Foix
He leído con inmenso interés su colaboración con este periódico del día 16 de diciembre, en que nos cuenta su experiencia con los nacimientos. Déjeme hacerle algunas puntualizaciones.
Estoy con usted en que los belenes caseros son pequeños en comparación con los que se exponen en lugares públicos, pero le invitaría a visitar una serie de belenes montados en casas particulares que cambiarían totalmente su opinión sobre que son una "birria".
Por otro lado, agradecerle su visita y su comentario sobre un belén, el de El Corte Inglés de Princesa, en cuyo montaje he participado y he dirigido, con el único objetivo de ver a esos niños, que muy bien usted describe, con su cara de sorpresa e ilusión y "sus manos pegadas al cristal".
Asimismo, le agradezco su mención a un belén, que es referencia para todos los belenistas españoles, el de Bancaja, y no porque sea un belén de una "comunidad buena", como usted dice, puesto que en esta su segunda visita a Madrid, ha sido recibido de la misma forma que lo fue en 1999.
Puedo asegurarle que la Asociación de Belenistas de Madrid, a la que pertenezco, en sus 60 años de vida nunca ha practicado ninguna clase de boicots en sus montajes; no es nuestro sentido de ser. Nuestros belenes no tienen "caganer", pero por otras razones: primera, porque nos parece una figura escatológica que no debe figurar en nuestros belenes; segunda, no es una figura tradicional y popular del belén madrileño; y tercera, nosotros, los madrileños, tenemos una figura tradicional y popular del belén, que es la castañera.
Nos gusta más y no necesitamos ese tipo de aportaciones. Nuestra Comunidad tiene una gran cultura del belén. Le invito a que visite cuatro belenes montados o en los que ha colaborado nuestra asociación, en los que podrá comprobar la pluralidad de esta cultura: el belén de El Corte Inglés de Princesa, de estilo hebreo con figuras realizadas en Madrid; el belén del Príncipe, de estilo napolitano con figuras italianas; el Belén del centro comercial de Puerta Toledo, de estilo popular con figuras murcianas; y por último, el de la Casa del Reloj de la Junta Municipal de Arganzuela, un belén con figuras de la comarca de Olot.
¿Le suena? Sí, con figuras catalanas, que, junto a un paisaje característico madrileño que intenta imitar la sierra de Guadarrama, a base de corcho, forman un excelente ejemplo de belén. Magnífica unión, ¿no le parece?
Por último, déjeme hacerle un reproche, desde un intercambio de opiniones, dentro del máximo respeto a su persona: en estos momentos en que todos pedimos que se nos permita definirnos como cada cual quiere, nosotros sólo somos un grupo de amigos y compañeros que nos gusta todo lo referente al belén.
Tenemos un sentido religioso, pero, como todo, la fe también hay diferentes maneras de vivirla. Y en nuestra asociación cada persona tiene sus ideas políticas. Le agradezco su atención y le invito, a partir de febrero, a visitar nuestra sede en la calle del Gobernador, 11, entresuelo, un martes cualquiera.
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