Kameni vuelve a ser insultado por los radicales
El portero camerunés admite su culpabilidad en el primer gol y hoy se incorpora a su selección
La afición del Espanyol animó sin cesar a su equipo. Una parte de la hinchada, sin embargo, se cebó con su portero, con Kameni. El técnico del Espanyol, Miguel Ángel Lotina, aseguró antes del parón invernal que le preocupaba el estado anímico y físico del camerunés.
Triste y abatido por sus gazapos, el guardameta eludió hacer comentarios los días siguientes y se centró en recuperar la forma. Aunque Gorka Iraizoz, siempre correcto en la Copa y la UEFA, le pone difícil la elección, Lotina, viendo que Kameni no titubeaba en los entrenamientos en los que incluso hacía horas extras, le ratificó como titular para medirse al Barça.
Una decisión que no levantó suspicacias porque el meta, la temporada anterior, ofreció grandes dosis de espectacularidad y fiabilidad. Pero su hinchada, en concreto la zona donde se sienta el grupo radical Brigadas Blanquiazules, le prodigó constantes aberraciones, le insultó, le maltrató.
Eto'o, su amigo y compañero de selección le marcó el segundo tanto de la noche. La zona ultra, entonces, se manifestó. "Kameni te odiamos, eres basura", espetó uno de los integrantes de las Brigadas con un megáfono mientras sus compinches botaban y gesticulaban al compás. "Si vienes te lo digo a la cara...Hijo de perra", prosiguió con una tonadilla satírica y discordante.
El portero cerró los puños, pero calló. El portero negó con la cabeza, pero se guardó de darles la satisfacción de encarárseles. Su actuación, sin embargo, había sido bastante irregular. Al principio del encuentro pareció ser el portero de antaño, ese que tantas alegrías había regalado. No en vano, Belletti, tras realizar un toque sutil con el empeine para evitar la entrada de Lopo, logró plantarse solo delante de la portería.
Parecía un gol cantado. Más aún cuando el brasileño amagó golpear la pelota pero chutó al aire, cuando dejó a Kameni estirado en la lona. Pero el disparo de Belletti no acabó en gol. En lo que fue un ejercicio de plasticidad y reflejos increíbles, el portero camerunés, desde el suelo, sacó una mano milagrosa, espectacular, para desviar el cuero a córner.
Después de una temporada con más errores que paradas, el aficionado del Espanyol creyó haber recuperado a su portero. Poco después, Deco, el portugués que ya le batió el año anterior, negó la suposición. Lo hizo con un tiro con la puntera, con un disparo que ni fuerte ni colocado, se le atragantó a Kameni, que se tiró antes de tiempo y no pudo repeler.
Kameni no rayó a la altura que lo hizo en los anterioresderbies, cuando se convirtió en el hombre del partido. Sí que desvió un par de balones que comportaban peligro, pero falló en un gol y el partido se le hizo muy cuesta arriba después a su equipo.
Perfeccionista como es, seguro que le costó dormir anoche. Pero con toda probabilidad, lo que más le preocupó fueron los gritos reprobadores que le dirigió su afición.
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