Té y bizcocho de zanahoria en un ambiente victoriano
Se trata de un salón de té, en el sentido más estricto del concepto. Un lugar que evoca los tradicionales tee room londinenses con manteles de hilo bordados, paredes empapeladas de flores, mesitas pequeñas y adornos decimonónicos que le prestan un ambiente retro típicamente victoriano. A la entrada, un mostrador donde se expenden mermeladas y galletas inglesas, pastas, conservas y tartas caseras, además de sándwiches de elaboración propia. Algo más adentro, una minibarra para desayunar, merendar o picar entre horas. Y al fondo, el comedor y el salón de té donde se pueden realizar comidas desenfadadas.
Nada pasaría de lo convencional de no ser porque la calidad gastronómica llega más lejos de lo esperable. Bajo la asesoría de Elisa Arcaya, experta venezolana, se ofrecen especialidades que parecen entresacadas de la cocina burguesa de otra época. De entrada, minisándwiches fríos de gusto agridulce (salmón, queso idiazábal y chutney, paté trufado con cebolla confitada), o presentados calientes con quesos y carnes variadas. Además, ensaladas vegetales de cuscús y pollo, o de queso y tomatitos, que dejan paso a sugerencias tan internacionales como el salmón marinado o unas pizzetas de coberturas desenfadadas.
Living in London
Santa Engracia, 4. Madrid.
Teléfono 913 19 79 58.
Cierra los domingos.
Horario: de 10.00 a 22.00 horas.
Precio medio, entre 25 y 30 euros.
Y para abrir boca, sopas graciosas (remolacha y yogur, hongos, calabacín) fieles al estilo de la casa. De postre, un amplio surtido de tartas (chocolate, dulce de leche, manzana), entre las que sobresalen la de limón, el bizcocho de zanahoria y el brownie con nueces.
Como es lógico, el servicio del té está a la altura esperable. Lo mismo que los cafés, de los que se ofrecen algunas variantes. Aunque abre de manera ininterrumpida de diez de la mañana a diez de la noche, sus cocinas sólo funcionan de 12.00 a 18.00 horas. La carta de vinos, puramente testimonial, apenas alcanza para salir del paso.
Según afirman sus responsables, los beneficios que produce esta casa se destinan a atender a las familias del valle de Mangola Chini (Tanzania).
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