Detenido y puesto en libertad un presunto etarra en Francia

La policía francesa detuvo ayer en la localidad vascofrancesa de Bayona a Francisco Javier Pérez Susperregi, reclamado por la justicia española por presunta pertenencia a ETA. Según fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, Pérez Susperregi era buscado por las fuerzas de seguridad desde el 16 de marzo de 1992, cuando el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón cursó una orden de búsqueda para que fuera juzgado bajo la acusación de pertenencia a banda armada. La causa prescribió el 16 de enero de 2004, por lo que, al comprobarse que no había ninguna otra investigación pendiente contra él, Pérez Susperregi fue puesto en libertad horas más tarde.

El presunto etarra, nacido en 1960 en San Sebastián, fue arrestado a primera hora en la calle por la policía judicial de esta localidad vascofrancesa, donde reside actualmente. El detenido, que no estaba armado, no se resistió y fue llevado a la comisaría de Bayona.

Absuelto en 1993

Susperregi ya había sido detenido en 1991 en Francia bajo la acusación de asociación de malhechores y residencia ilegal, junto a otros presuntos miembros o colaboradores de ETA, entre ellos José Domingo Aizpurua, Pitxas. Entonces estaba implicado en un sumario abierto después de que la policía española desarticulara al comando Barcelona de la organización terrorista ETA. En octubre de aquel año fue puesto en libertad a la espera de juicio.

En el proceso celebrado en 1993, el Tribunal Correccional de París absolvió a Pérez Susperregi y a otro de los arrestados, mientras que condenó a Aizpurua a cuatro años de cárcel y dictó penas de prisión más cortas contra otros dos igualmente juzgados por asociación de malhechores con fines terroristas.

A raíz de esa detención, Pérez Susperregi se había refugiado en México, según reveló ayer en un comunicado Askatasuna, asociación de defensa de los presos de ETA ilegalizada en España por Garzón, pero legal en Francia.

La policía española asegura que en los años 80, antes de su supuesta integración en la organización terrorista, Francisco Javier Pérez Susperregi participó en numerosos actos de violencia callejera en la provincia de Guipúzcoa, entre otros el lanzamiento de cócteles molotov contra una persona a la que se le acusaba de ser un traficante de droga, o en el incendio de un autobús en la localidad guipuzcoana de Rentería.