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El Ayuntamiento abre al tráfico un acceso directo desde la M-40 hasta Sanchinarro

Los vecinos tendrán que esperar a octubre para usar la conexión en sentido salida del barrio

Las casi 20.000 personas que ya habitan el barrio en construcción de Sanchinarro, al norte de la capital, tienen desde ayer una entrada directa desde la vía de circunvalación M-40, aunque para hacer el camino contrario -salir del barrio e incorporarse a la M-40- aún tendrán que esperar nueve meses. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró una obra que se pone en funcionamiento a medias: el enlace está construido entero, pero la vía de salida desde Sanchinarro no podrá abrirse al tráfico hasta que se termine otra obra contigua cuya inauguración está prevista para octubre.

La infraestructura inaugurada ayer -la número 28, según el alcalde, de un total de "71 grandes obras" previstas en este mandato- consta de tres calzadas: una de entrada desde la M-40 hasta Sanchinarro (ramal A en el gráfico), otra en el sentido contrario, para incorporarse a la vía de circunvalación desde el nuevo barrio (ramal B), y una tercera que en realidad no da servicio a Sanchinarro porque es sólo una vía lateral de la M-40 (ramal C).

Únicamente el ramal A (y el C) está ya abierto al tráfico, y podrá ser utilizado por los cerca de 20.000 vecinos que habitan Sanchinarro y los 40.000 que lo habitarán cuando estén construidas todas las viviendas.

La parte principal de la obra, el ramal B -con casi dos kilómetros de longitud que discurren paralelos a la M-40-, permitirá, cuando se ponga en marcha en octubre, incorporarse desde Sanchinarro a la vía de circunvalación, en sentido hacia el norte. Los conductores evitarán así la vuelta que tienen que dar ahora para alcanzar el nudo de Manoteras. La incorporación hacia la M-40 en sentido sur seguirá, sin embargo, como hasta ahora (por la M-11), sin acceso directo.

Javier Maestro, director de obra, explicó que el ramal B no puede abrirse aún porque va a tener prolongación en otro similar, más al norte, que recogerá el tráfico de otro nuevo barrio contiguo a Sanchinarro, el de Las Tablas. Y ese segundo ramal está todavía en construcción. De hecho, la conexión de Las Tablas con la M-40 es una obra bastante más compleja que la de Sanchinarro: obligará a construir cinco pasos elevados y un túnel para conectar ambos lados del barrio, atravesado ahora por la vía de circunvalación. El mayor de esos pontones será un viaducto de acero y hormigón, con 340 metros de largo y apoyado en arcos de hasta 50 metros de ancho. Toda la obra de Las Tablas debe estar lista en octubre de este año.

Capital privado

Ruiz-Gallardón afirmó que el Ayuntamiento ha gastado 9,1 millones en hacer esta obra. Pero, según consta en el informe de la Concejalía de Urbanismo, la única parte que ya da servicio a Sanchinarro -el ramal A- no la ha pagado el Ayuntamiento, sino la Junta de Compensación del barrio (los propietarios de los terrenos), aunque Maestro asegura que el proyecto fue redactado por técnicos municipales y que éstos supervisaron los trabajos. Los ramales B y C sí corren a cargo de las arcas públicas. Las obras han durado 13 meses.

"No es una mala forma ésta de empezar el año: inaugurando otro de los 71 grandes proyectos de este Ayuntamiento. Ya hemos terminado 28, hay otros 30 en ejecución y 13 en proyecto", aseguró el alcalde. Tras agradecer al Ministerio de Fomento su "leal colaboración" -por soportar las molestias de la obra junto a una vía, la M-40, de titularidad estatal-, Ruiz-Gallardón dejó caer lo que pareció una velada crítica al anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano, que puso en marcha los nuevos barrios del norte, pero sin dotarlos de infraestructuras suficientes.

"Los PAU [nuevos barrios] fueron la gran oportunidad de crecimiento de nuestra ciudad, pero para que no se conviertan en espacios cerrados, aislados del resto de Madrid, y para evitar el colapso circulatorio, era imprescindible realizar una serie de infraestructuras durante este mandato. Bueno hubiera sido que se hubiesen hecho antes de que llegaran los vecinos", dijo.

El alcalde recordó que estos barrios del norte -Sanchinarro, Las Tablas, Montecarmelo y Arroyo Fresno- sumarán, cuando estén terminados, una población de 110.000 habitantes, "más que muchas grandes ciudades", y afirmó que las infraestructuras que se encontró su equipo cuando llegó al gobierno municipal estaban "obsoletas, colapsadas, absolutamente incapaces" de absorber el volumen de vehículos que registrará la zona norte.

Para paliar esa carencia, Urbanismo ha realizado ya tres obras -la ampliación de la avenida del Ventisquero de la Condesa, la conexión de Sanchinarro con la A-1 y la inaugurada ayer- y trabaja en otras dos: en el enlace de la M-40 con Las Tablas y otro en Tres Olivos (Montecarmelo).

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