A Chile con acento valenciano

Para un pequeño grupo de niños y niñas valencianos la Navidad durará este año al menos hasta el 29 de enero. Kasiopea Teatre, un grupo de la Pobla de Vallbona, ha sido seleccionado para participar entre el 23 y el 29 de enero en el Primer Encuentro Mundial de Teatro infantil-juvenil que se celebra en Chile. Seis actores y actrices no profesionales de entre 9 y 14 años representarán en Chile la obra El Professor Desunflat, que se ha traducido a castellano para la ocasión y que es una pieza divertida e interactiva, en palabras de sus organizadores. Es, sin duda, un punto de inflexión para una actividad que arrancó hace algo menos de cinco años y que acaba de cosechar su primer éxito internacional.

"Mi intención no es formar actores, sino a través del teatro trabajar la educación de los valores de los niños", explica Miguel Aleixandre, profesor que cinco años atrás empezó con cursos de expresión teatral que han despertado un interés creciente en la comarca y que se han ramificado en una muestra de teatro anual, a finales de mayo o principios de junio, que en su última edición contó con 12 compañías y 350 niños y niñas. La mostra incluye también charlas o contacontes y tras ella, insiste Aleixandre, está la intención de "educar a través del teatro". Kasiopea Teatre, en cualquier caso, está formado por alrededor de 40 niños y niñas que ya cuentan con un currículo de 10 obras distintas representadas.

El curso, la mostra y en líneas generales esta actividad "están dejadas de la mano de Dios", comenta el profesor valenciano. El sabor de los logros, por ello, parece más dulce y ayuda a seguir.

El encuentro internacional de teatro de Chile se ha diseñado y pensado como una muestra artística pero también como foro de intercambio de experiencias teatrales y educativas. El certamen contará con la participación de 55 grupos -se presentaron 277 peticiones- de 16 países. La representación más nutrida procede de distintos países suramericanos, entre ellos Brasil, Argentina, Colombia o Ecuador. España estará representada con cinco grupos, dos de Madrid, uno de Cataluña y dos de Valencia. Kasiopea Teatre es el único aficionado que corre a cargo de niños (la muestra está abierta tanto al teatro hecho por niños como para el que se hace para ellos).

Kasiopea ha puesto en marcha la operación Xile, un somriure per un somni, que les llevará a realizar diversas representaciones teatrales en la comarca de Camp de Túria para recaudar fondos para un viaje que tiene cubierta la estancia pero no el desplazamiento de las 14 personas, entre niños y adultos, que se desplazarán a Chile. De momento, ya han actuado en la residencia de ancianos de su población y la primera de las actuaciones programada se producirá el 2 de enero en Vilamarxant. Dos días más tarde desplazarán la obra al Auditorio Municipal de Benaguasil. El 24 de marzo, finalmente, está prevista una representación en la Casa de la Cultura de La Pobla de Vallbona. Los jóvenes intérpretes valencianos, por ahora, ya han recibido el apoyo de su ayuntamiento y de otros de la comarca, de alguna empresa inmobiliaria de la zona y están a la espera de una respuesta tanto desde la Diputación como de la Generalitat.

Los árboles, en cualquier caso, no impiden a los padres ver el bosque. La cita de Chile, explica Eva Baza, una de las madres, "no es sólo un encuentro de teatro, es un encuentro multicultural y un compromiso por los derechos del niño y por la paz". El encuentro, de hecho, tiene el compromiso de firmar un acuerdo a favor de los derechos infantiles y contra la explotación laboral de los niños que se entregará con posterioridad a las respectivas autoridades. En la agenda del grupo valenciano también está llevar a Chile libros para la Biblioteca Nacional, material escolar para los niños desfavorecidos y un regalo por cada participante (hecho o comprado) que luego se intercambiará. La agenda del encuentro del país andino está llena de actividades.

Baza insiste en que transmiten a los niños que no van a realizar un viaje de placer sino que van a encontrarse con otras culturas. Insiste en la importancia del teatro como vehículo para que los niños aprendan valores, para que sepan "expresarse con el cuerpo, para despertarles la curiosidad por las cosas desde la cultura". "Así lo entendemos, al menos", resume.