_
_
_
_
Reportaje:

Un fin de año de angustia

Varios matrimonios despedidos de Seat explican sus navidades más duras y cómo piensan afrontar 2006

Los 660 trabajadores de Seat que entre los días 22 y 23 de diciembre recibieron ante su sorpresa una carta en la que se les comunicaba el despido, están pasando unas navidades muy diferentes a las que en un principio habían imaginado. Mejor o peor asumida su nueva situación, ahora afrontan 2006 intentando recomponer un futuro que nada tendrá que ver con el esperado.

Miguel Sancho, que explicó a este diario el mismo día de enterarse de su despido que todo le vino "de sopetón", no esconde que este año en la mesa de Navidad, que compartió con su mujer, embarazada, y sus dos hijos mellizos de 13 años, hubo cierto "desánimo". No obstante, explica que se vio arropado por los suyos, que le mostraron su apoyo. Con 37 años y 17 trabajando en la empresa, comenta que "creía tener cierta estabilidad en el futuro, pero ahora todo son incertidumbres". Ayer salió de compras para que, pese a todo, los Reyes no falten en casa. Hoy, día 31, el de despedida de 2005, lo vive con cierta angustia. Este día, marcado por la empresa como el fin del periodo de vacaciones que toda la plantilla de Seat disfruta desde el 23 de diciembre, supone, por tanto, la fecha de inicio del desempleo para los despedidos como él.

Peor han ido las cosas para Sonia Gómez, de 28 años, que entró con tan sólo 19 en la planta de Zona Franca. Allí conoció a su marido, Alberto, con quien va a tener su primer hijo dentro de dos meses y medio. Los dos han sido despedidos. Explica Sonia que "fue un duro golpe" saber que ambos figuraban en las listas de afectados por el expediente de regulación. Intenta mantener el optimismo: "Hemos pasado la Navidad como hemos podido, con buena cara. Quizá 2006 nos traiga algo mejor", dice. Su deseo para el año que empieza es poder volver a su puesto de trabajo, al igual que su marido, que ha dedicado 14 años de su vida laboral a la compañía. Precisamente, hace dos que el matrimonio compró una casa en Masquefa para estar más cerca de la planta de Martorell, ya que las previsiones indicaban que los trabajadores acabarían desplazándose de la Zona Franca a la fábrica de este municipio.

Al igual que Sonia y Alberto, en Seat abundan las parejas que se han formado porque se conocieron en la propia empresa. Se da el hecho de que 15 matrimonios han visto que tanto el hombre como la mujer se han quedado sin empleo. Eva, de 27 años y con 5 trabajando en la empresa, conoció a su marido durante los desplazamientos en el autocar que todos los días los llevaba al puesto de trabajo. Al cabo de un tiempo decidieron casarse. Eva está embarazada de cinco meses. "Lo más lógico sería que hubieran despedido tan sólo a uno de los dos para que la familia pudiera subsistir", se lamenta, para quejarse de que no se han tenido en cuenta las circunstancias de las personas que se han ido a la calle. La pareja compró en abril pasado un piso en Santa Coloma de Gramenet, ya que el que tenían, de 50 metros cuadrados, era demasiado pequeño para ellos y su futuro bebé. "Nos lo quedamos con mucha ilusión, pero ahora nos encontramos con una gran hipoteca, muchos gastos y sin trabajo". Él, con 40 años, hacía 19 que trabajaba en Seat. El matrimonio se ha acogido a una indemnización equivalente a 20 días por año trabajado en la empresa, una opción menor que la de 45 días porque deja la puerta abierta a un posible reingreso en la compañía, tal como acordaron los sindicatos y la empresa. "Tenemos claro que queremos volver".

En total, además de los 15 matrimonios están incluidas entre los afectados al menos 12 mujeres embarazadas. Se recurrirá uno por uno contra los despidos. "Se pedirá que se declaren nulos o improcedentes por discriminatorios en el caso de las embarazadas, las parejas con los dos miembros afectados y los afiliados a los sindicatos", explicó la abogada laboralista Isabel Molina.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_