Los vecinos desalojados de Sallent empiezan a cobrar las indemnizaciones

La Generalitat pagará 14 millones de euros en indemnizaciones a la mitad de los afectados del barrio de la Estación de Sallent (Bages). El primer consejero, Josep Bargalló; el titular de Medio Ambiente y Vivienda, Salvador Milà; la alcaldesa de Sallent, Mirella Cortès, y los representantes vecinales firmaron ayer un acuerdo de indemnización que afecta a 172 vecinos, los que viven en pisos y los que vivían en el barrio hasta que tuvieron que ser desalojados por los problemes estructurales que presentaban sus viviendas.

Este barrio de Sallent se hunde porque está construido sobre una gran cavidad originada por la disolución de las sales de su interior. El pasado 24 de octubre hubo un movimiento en el subsuelo que quedó registrado en los medidores del Servicio Cartográfico de Cataluña y que causó alarma entre los responsables políticos tanto del Gobierno catalán como del Ayuntamiento. Fue el aviso definitivo para cerrar el acuerdo que se firmó ayer.La Generalitat da la posibilidad a los vecinos afectados de permutar su piso viejo por uno nuevo de protección oficial o bien recibir una indemnización a razón de 1.200 euros el metro cuadrado hasta 90 metros cuadrados. Lo que exceda de estas dimensiones, se pagarà a 800 euros el metro cuadrado. Falta aún por pactar la indemnización de 161 propietarios que viven en casas unifamiliares.

Bargalló se mostró convencido de que en un periodo de tres años finalizará el proceso de desalojo del barrio. En este tiempo se deben construir 100 pisos de protección oficial para los vecinos. También apostó por resolver el resto de las indemnizaciones antes del próximo verano.

Los problemas del barrio de la Estación tienen su origen en los años sesenta, cuando la mina ya había decidido cerrar las galerías del pozo Enrique. En el interior había una avenida de agua que no pudo ser eliminada. En los años setenta, la cavidad que había en el subsuelo era de entre 100 y 200 metros de profundidad. El Ayuntamiento ignoró la repercusión que esto iba a tener en la superficie. A finales de los noventa, las grietas eran ya muy preocupantes.