'The Commitments' y 'El cuarto protocolo'
Mañana, viernes, y el sábado, EL PAÍS ofrece, por 5,95 euros cada una, un musical de Alan Parker y la adaptación de una novela de Frederick Forsyth
Dos ejemplos bien distintos del buen cine británico de género, una original comedia musical y un thriller de aspecto clásico son la propuesta de esta semana en la colección de Cine Europeo: The Commitments (1991), dirigida por Alan Parker, varias veces nominado por la Academia de Hollywood, y El cuarto protocolo (1987), de John Mackenzie, película de acción ambientada en la guerra fría, inspirada en una novela de Frederick Forsyth, y al servicio del oscarizado actor Michel Caine.
Tras su éxito internacional con Fama, The Commitments significó para Alan Parker una nueva incursión en el musical, en esta ocasión situado en ambientes obreros y marginales y con breves referencias al conflicto político irlandés. La película de Parker "rezuma energía con un ritmo tan jugoso que es casi imposible verla sin moverse del asiento. Se te mete en la sangre como una canción de Aretha Franklin (...) es una transfusión de alegría (...) la mejor película de rock and roll desde ¡Qué noche la de aquel día!", según el crítico Hal Hinson, del Washington Post.
Nominada al Oscar por su trepidante montaje, considerada mejor película del año en los premios del cine británico y galardonado Alan Parker como mejor director en el festival de Tokio, The Commitments fue igualmente nominada al Globo de Oro como mejor comedia musical del año. Narra las peripecias de un joven sin trabajo que decide formar un conjunto musical reivindicando la música soul. A sus amigos les gusta el soul, pero opinan que sólo los negros saben interpretarlo (...). El muchacho les convence con esta lógica: "Los irlandeses somos los negros de Europa. Los dublineses son los negros de Irlanda. Los del norte de Dublín somos los negros de Dublín"... Tal como señaló Francisco Moreno en Reseña, "el guión abunda en gags y en situaciones de excelente calidad", lo que convierte la obra en "un filme enormemente divertido, que se deja ver gracias a su falta de pretensiones" y también a "una espléndida banda sonora que encadena la película a ritmo de montaña rusa".
Roger Ebert comentó: "The Commitments es una de las pocas películas sobre un grupo de música de ficción que nos hace creer que se trata de una banda de verdad, que realmente tocan juntos", a lo que Hal Hinson añadió: "El reparto es muy numeroso, pero cada uno de los personajes vibra con personalidad propia (...). La mayoría de ellos son novatos, aunque nadie lo diría: se acomodan a la pantalla con asombrosa naturalidad, tanto individualmente como en el grupo (...). Es un auténtico placer verles actuar".
Por su parte, la película El cuarto protocolo hace referencia a un acuerdo tácito entre potencias que compromete a que las armas nucleares sólo alcanzarán su objetivo por vía convencional, es decir, por avión o misil. Sin embargo, según la novela de Forsyth, las fuerzas secretas soviéticas (representadas por Pierce Brosnan) intentan colocar una bomba atómica cerca de una base militar norteamericana en suelo británico. Detener el explosivo es lo que llevará de cabeza al servicio de inteligencia británico (Michael Caine, en primer lugar): "Un despliegue feroz de agentes dobles, triples y cuádruples, de escuchas, persecuciones y pesquisas diversas compone el cuerpo de esta película espléndidamente nerviosa y fluida, muy bien fotografiada y muy bien interpretada por un sólido plantel de actores", escribió J. B. C. en EL PAÍS.
El guión, adaptado por el propio Forsyth, "está construido como una cebolla, a base de varias capas de traiciones", en opinión de Rita Kempley, y es "menos claustrofóbica, menos cerebral que una historia de John Le Carré (...). El argumento tiene tantos personajes como las escenas épicas sobre la construcción de una pirámide, sólo que el director John Mackenzie la hace fácil de seguir (...). Hasta podemos recordar las caras y los enrevesados nombres rusos". El cuarto protocolo "tiene la solidez del mejor cine británico", escribió Manuel Alcalá, "no hay en ella quizá nada extraordinario, aunque sí toda una serie de calidades, infrecuentes en el cine medio de hoy".
Babelia
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