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Vitoria acoge con entusiasmo la calidez del sonido sureño de Woody Allen y su banda

El cineasta también actuará el lunes en Oviedo y el jueves en Barcelona con la New Orleans Jazz

Woody Allen actuó ayer en Vitoria ante un millar de espectadores entregados a los sonidos sureños de la New Orleans Jazz Band. Llegó desde Milán, donde había tocado el jueves en el Degli Arcimboli. En el Teatro Principal vitoriano, la calidez del dixieland y el ragtime se impusieron sobre la helada que cubría la ciudad. Allen tiene previsto pasar el fin de semana en París, pero regresará el lunes para su actuación en Oviedo. El martes tocará en Lisboa y el miércoles en Barcelona. Su recorrido europeo terminará el jueves y el viernes de la próxima semana en Estambul y Atenas.

Los planes que el cineasta y músico tenía para su estancia en Vitoria no se supieron con antelación. Allen llegó ayer por la tarde a esta ciudad conocida por su afición al jazz. Poco antes su avión privado aterrizó en Bilbao, tiempo después de lo previsto, ya que se les esperaba al mediodía. Después se desplazó a Vitoria

Antes del concierto en el Principal, Woody Allen, su esposa Soon-Yi, sus dos hijas y parte del grupo tuvieron tiempo para cenar en un céntrico restaurante de la ciudad. A las 18.30 comenzó una merienda-cena que incluía jamón ibérico, pan con tomate, camarones y zanahorias crudas, que acompañó con cerveza.

La actuación de la New Orleans Jazz Band comenzó pasadas las ocho de la tarde en un Teatro Principal que no había cubierto totalmente su aforo de 1.000 butacas. Allen fue el último en salir a escena, y afirmó: "Si yo no fuera célebre, la gente no vendría a mis conciertos. Vienen más a verme que a escucharme".

Mitomanías aparte, Woody Allen llevó a cabo una actuación eficaz. Tuvo algún problema con la boquilla de su clarinete en el segundo tema, un ragtime contundente, que le obligó a abandonar su solo en mitad de la improvisación. Cambió con parsimonia la caña y siguió tocando, como si estuviera una noche de lunes en el bar del Hotel Carlyle de Nueva York. Al final del tema, se acercó a un micrófono y saludó a la audiencia. Lo hizo con esa combinación de timidez y simpatía que caracteriza al director de cine.

Allen dijo que era la primera vez que visitaba la capital alavesa y, sobre todo, se mostró encantado con el teatro, un escenario que cuenta con más de cien años de antigüedad. El público, heterogéneo, aplaudió a rabiar. En la segunda canción ya tenía a los espectadores en el bolsillo.

Acompañamiento

El acompañamiento que lleva respalda con eficacia su papel de solista. Lo cierto es que no es una banda de ragtime al uso. El banjo Eddy Davis, que ejerce también de director de la banda, es habitual colaborador de Tom Waits y Benny Goodman. Conal Fowkes es un contrabajista que aporta su experiencia con el jazz latino, después de participar en los grupos de Paquito D'Rivera o Johny Pacheco. El batería Robert García, habitual de la Knitting Factory, aporta su experiencia en la música de vanguardia. Simon Wettenhall incorpora una trompeta que ha bebido del blues, mientras que el trombonista Jerry Zigmont es el más cercano al jazz sureño. Y el toque cinéfilo lo pone Cinthya Sayer, pianista y actriz que ha aparecido en películas de Allen, como La rosa púrpura de El Cairo o Balas sobre Broadway.

Woody Allen comenzó su gira europea con la New Orleans Jazz Band el pasado 19 de diciembre en Brighton. La próxima cita será en Oviedo, donde estaba previsto que iba a disfrutar de la noche de Navidad, aunque finalmente pasará el fin de semana en París. Al parecer, mantendrá el repertorio que interpretó ayer en Vitoria, formado por canciones de sus discos Woody with strings, The bunk project y Wild man blues. Aunque eso sí, no hay programa definido: la banda improvisa la selección de temas cada noche.

El siguiente concierto será en el Centro Cultural de Belem, en Lisboa (Portugal) el 27 de diciembre. Y un día más tarde, terminará su recorrido por la península con la actuación en el Palau de la Música Catalana, en Barcelona, ciudad en la que también actuó en los últimos días de diciembre del año pasado.

Woody Allen, durante su actuación de ayer en Vitoria.
Woody Allen, durante su actuación de ayer en Vitoria.PRADIP J. PHANSE

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