La policía británica controlará millones de coches cada día con cámaras de seguridad
La información sobre 35 millones de viajes diarios se guardará varios años en ordenadores
La policía británica pondrá en marcha a partir de marzo del año que viene un gigantesco programa de control que le permitirá almacenar durante al menos dos años, ampliables hasta cinco, los datos de millones de coches en Inglaterra y Gales. En una operación que amenaza con convertir en realidad la pesadilla dibujada por el escritor británico George Orwell en su obra 1984, miles de cámaras de seguridad serán transformadas en lectores capaces de almacenar hasta 35 millones de matrículas diarias y cotejarlas con los archivos policiales y de los servicios secretos.
La red de vigilancia policial empezará a ponerse en marcha en marzo próximo, según publicó ayer el diario The Independent y confirmó a este diario una portavoz de la Asociación de Oficiales Jefes de Policía de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte (ACPO, en sus siglas en inglés).
Miles de cámaras de seguridad y de radares para controlar la velocidad serán transformados y varios miles más de cámaras nuevas serán desplegados por multitud de calles, carreteras autopistas, estaciones de servicio, grandes superficies comerciales y puertos del país, además de unidades móviles.
La red de cámaras estará conectada con un gigantesco conjunto de ordenadores policiales en Hendon, en el noroeste de Londres, donde se procesará la información y se cotejará con los listados de vehículos sustraídos, de multas impagadas, de impuestos no devengados, de delincuentes fugados, quién sabe si de supuestos terroristas. Los ordenadores serán capaces de almacenar durante dos años los datos de 35 millones de matrículas y se espera que en 2008 puedan almacenar los datos de 100 millones de matrículas durante cinco años. Todas las fuerzas policiales del país podrán acceder a esos datos. También la agencia de espionaje, el MI5, al que la ley de Protección de Datos da acceso a los ordenadores policiales en Hendon para asuntos relacionados con la protección de la seguridad nacional.
El proyecto, en el que la asociación policial ACPO lleva años trabajando, ha recibido el visto bueno de las autoridades políticas y se desarrolla en paralelo a los trabajos del Ministerio de Transportes para controlar los movimientos de todos los vehículos del país mediante satélite para instaurar un peaje generalizado cuyas tarifas se modularían en función de la distancia recorrida, la hora y el lugar por el que se circula.
Una prueba desarrollada entre junio de 2003 y junio de 2004 en el territorio de 23 agrupaciones policiales de Inglaterra y Gales -algo más de la mitad de las existentes- ha acabado convenciendo a las autoridades de las posibilidades del plan de la ACPO. Durante ese periodo se interceptaron 180.543 vehículos, lo que permitió el arresto de 13.499 personas, según los datos facilitados por la asociación policial. De ellas, 2.263 por supuestos delitos de robo, 3.324 por infracciones de tráfico (como conducir sin un permiso en regla), 1.107 por delitos relacionados con las drogas y 1.386 por robos en el interior de vehículos.
Esas actuaciones permitieron recuperar 1.152 vehículos robados, 266 armas (de las que 13 eran de fuego), drogas por valor de medio millón de euros en 740 vehículos y mercancías robadas por valor de casi un millón de euros que estaban en 430 vehículos distintos.
Impuestos y multas
También como consecuencia de esa operación se pudo exigir el pago del impuesto de circulación de 22.825 vehículos, el seguro de otros 6.299, la inspección técnica obligatoria de 1.496 vehículos y se impusieron 20.290 multas por diversas razones, desde no llevar ajustado el cinturón de seguridad hasta utilizar el teléfono móvil conduciendo.
Este puede ser sólo un paso más hacia la sociedad controlada que presagiaba Orwell. Según The Independent, la división de desarrollo científico del Ministerio del Interior está trabajando en un sistema de identificación facial que permitiría reconocer rostros humanos por ordenador. Sin embargo, el reconocimiento facial es extremadamente complejo en comparación con la sencillez con que una cámara capta y transmite los datos de la matrícula de un coche. El Londres del alcalde Ken Livingstone, más conocido como Ken el Rojo en sus tiempos de rebelde laborista, hace ya bastante tiempo que lo utiliza para cobrar peaje a los vehículos que acceden al centro de la capital a hora punta.
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