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El debate de la LUV no logra movilizar a los ciudadanos ni suscita interés en el PP y el PSP V

El hemiciclo estuvo casi vacío en la discusión de enmiendas y la protesta callejera fue mínima

El ultimátum de la Comisión Europea y la votación de la Eurocámara pidiendo un cambio en el modelo urbanístico valenciano no fueron ayer estímulo suficiente para suscitar el interés de los diputados del PP y el PSPV. En el último pleno del año, dedicado a debatir y, finalmente, aprobar la ley Urbanística Valenciana (LUV) el hemiciclo permaneció casi vacío en la discusión de las enmiendas a un texto que marcará la fisonomía urbana de la Comunidad Valenciana en los próximos años. La protesta convocada por diversos colectivos sociales en la calle también pinchó y apenas reunió a dos centenares de personas.

El socialista Sanmartín pregunta a Campos si ha mediado en el PAI de Mundo Ilusión

Las Cortes Valencianas aprobaron ayer una de las leyes más importantes de esta legislatura en un clima de desinterés por parte de los socialistas y de la bancada popular que dio sustento al texto del Consell. Tanto fue el desinterés que, en ocasiones, el hemiciclo no contó con más de una docena de diputados presentes. Situación que fue aprovechada por el PP al inicio de la sesión vespertina al solicitar una votación de corrección de errores y una enmienda técnica -firmada por todos los grupos parlamentarios- para dejar en evidencia al Grupo Socialista, que sólo tenía cuatro parlamentarios en el hemiciclo. La reacción del PSPV no se hizo esperar. Los socialistas reclamaron votar enmienda a enmienda para alargar el debate hasta hoy, aunque posteriormente rectificaron. Pese a todo difundieron una fotografía en la que se demostraba que la bancada popular también estaba vacía durante el debate.

Después de dos horas de debate con este sistema de votación, los socialistas pidieron de nuevo reagrupar las enmiendas por bloques, lo que permitió que la ley se aprobase poco antes de las nueve de la noche. El resultado de la votación fue de 46 votos a favor -los del PP- y 40 en contra del PSPV-PSOE, EU-L'Entesa, así como el único diputado del Grupo Mixto, Javier Tomás.

En el turno de explicación de voto, el portavoz adjunto del PP en el Parlamento, Rafael Maluenda, señaló que era un día importante para la Comunidad Valenciana porque se ha aprobado "una ley de enorme trascendencia para garantizar el desarrollo económico y social de nuestra tierra".

En nombre de los socialistas, el diputado Adolf Sanmartín justificó el rechazo de su grupo a la norma por la improvisación en la tramitación del texto y porque no incorpora las sugerencias del informe de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo. "No soluciona los problemas generados por un modelo de ocupación" dijo, y adelantó que generará inseguridad jurídica.

Carles Arnal, diputado de Esquerra Unida-L'Entesa, concluyó que el nuevo texto "no soluciona los graves problemas sociales y ambientales generados por la aplicación" de la antigua ley (la LRAU) y "no recoge la mayor parte de las sugerencias, críticas y demandas efectuadas por Europa".

En la recta final del debate de la LUV, el diputado socialista Adolf Sanmartín citó un ejemplo del tipo de urbanismo que se lleva a cabo en territorio valenciano. El parlamentario hizo mención a la cantidad de dinero que una empresa promotora excluida de la adjudicación del PAI de Mundo Ilusión, en Cabanes y Oropesa, habría pedido a cambio de "paz social" a la sociedad que ganó finalmente el plan, el Grupo Marina d'Or. El diputado socialista emplazó al vicepresidente Víctor Campos a que desmintiera su mediación en esta operación, sin encontrar respuesta. "¿A quién representa el señor Campos en toda esta historia? ¿A él mismo, a la Generalitat o al señor señor Fabra?", planteó el parlamentario. Sanmartín pidió a Campos que desmintiera la información de forma categórica o de lo contrario abriera una comisión de investigación sobre este asunto.

En la calle, cerca de dos centenares de personas se concentraron en la plaza de la Virgen de Valencia para protestar contra la LUV. Los manifestantes, con pancartas alusivas a varios de los PAI más polémicos, reclamaron una moratoria urbanística y exigieron la dimisión del consejero de Territorio, Rafael Blasco. La coordinadora de Esquerra Unida, Glòria Marcos, y el líder del Bloc Nacionalista Valencià, Enric Morera, se acercaron a la concentración, que no logró cumplir con las expectativas que se había marcado.

Arriba, detractores de la ley urbanística durante una concentración ayer por la tarde en la plaza de la Virgen, de Valencia. Abajo, el debate en las Cortes registró por momentos una escasa asistencia.
Arriba, detractores de la ley urbanística durante una concentración ayer por la tarde en la plaza de la Virgen, de Valencia. Abajo, el debate en las Cortes registró por momentos una escasa asistencia.CARLES FRANCESC / SANTIAGO CARREGUÍ

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